
No te apartes amiga querida,
pégate a mi corazón,
pues eres mi consentida
sabes que tengo razón.
Te siento con ilusión renovada
que me inunda de alegría,
te veo en mi, amada mía,
en la visión de mi mirada.
Caminamos entrelazados
con el amor y su encanto
por las sendas del destino.
Con una visión, con un canto,
con un amor, un camino,
hacia sueños alcanzados.