donde hacías el cocido,
la rescato del olvido,
con tu carita risueña...
Esa atmósfera hogareña
es un recuerdo florido
que se mete en mi latido
con su nostalgia norteña;
y el corral con las gallinas,
y aquel gallo pendenciero;
y aquel pozo casi en ruinas
con la garrucha de acero,
espejo de mis retinas
que reflejaba al caldero...
Madre, tú eras la fragancia
de la casa de mi infancia.
