jueves, 28 de abril de 2016

¡Adelante Don Quijote!



Hemos cabalgado demasiado hasta llegar a este molino, Rocinante, descansemos aquí un rato, que mañana Dios dirá…
Sancho se quedó en su pueblo y se hizo hortelano, aburrido del camino y de los palos que le dieron, solo quedamos tú y yo para seguir la cruzada; debemos continuar la aventura que, aquí en este tiempo, hay muchos más malvados que podamos imaginar.
Es un mundo extraño, todos parecen esclavos de su propia realidad; ya no tienen ideales por los que luchar. 
Los caballeros han dejado los caminos que llevan a la equidad, mientras crecen los mezquinos y los magos maliciosos triunfan con sus hechizos. Negocian con la mentira y entierran la verdad.  
Fiel amigo, Rocinante, compañero de mis andanzas, quedan muchas batallas y damas que rescatar, quedan muchos combates y fatigas que pasar.
Hace tiempo andaba falto de causas, y me las tuve que inventar, los molinos eran gigantes con los que poder pelear. Ahora hay tantas injusticias que no sé por dónde empezar, muchas son las victimas que tenemos que salvar; hay gigantes muy gigantes que nos quieren devorar. Así pues, Rocinante, adelante...

Cabalga Don Quijote, el caballero de la triste figura, a lomos de Rocinante, loco pero de alma noble, a la carga con su lanza, a por los nuevos gigantes... ¡Por la libertad!





miércoles, 27 de abril de 2016

Los nuevos gigantes


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Llevaba Rocinante a Don Quijote por los caminos de la tierra en estos días, le seguía Sancho Panza en su borrico y, haciendo una parada, éste dijo:
-Estos tiempos son más oscuros mi señor, aunque haya luces que iluminen la ciudad; los caballeros no cabalgan, van en coche, y hace tiempo que dejaron de soñar.
-No me importa, amigo Sancho, muchas causas y aventuras nos esperan, mil cruzadas a cabo hemos de llevar, y a los nuevos gigantes de este tiempo de seguro nos tendremos que enfrentar.
¿No los ves en lo alto de la loma? Son más delgados, van desnudos  y pintados de cal. Mira frente a ellos, más abajo, son más grandes y llevan armaduras de metal. ¿No los ves, amigo Sancho, agarrados a esas cuerdas que están tensas, y retando al que se acerque al lugar?
-No son gigantes, los de la loma, mi señor, que son molinos eólicos, y sus aspas, al moverse con el viento, bien le pudieran dañar. Los de abajo son grandes torres eléctricas que trasportan por los cables energía, no los toque señor, aléjese de ellos, pues de seguro le pueden matar.
-Son gigantes, mi buen Sancho, son gigantes, esa vista te la tienes que mirar. Me retan a que vaya a la batalla, y a su encuentro mi lanza marcha ya.
-¡Deténgase, mi señor! Que esta batalla la tiene perdida, en ella dejará su vida y la luz se apagará.
-Espérame, Sancho, hasta que vuelva. Cortaré las cuerdas con mi lanza y uno a uno los voy a derrotar…

Negro, tembloroso y abatido, retornaba Don Quijote junto a Sancho, derrotado por un gigante gris muy poderoso, y dejando sin luz a la ciudad…

domingo, 24 de abril de 2016

MOBY-DICK




Maldito sea el cetáceo
que por mis sueños navega,
el odio mi mente ciega
y el dolor es mi canción.
Hace tiempo que la busco
por los mares del despecho,
¡es tanto lo que me ha hecho!
que me nubla la razón.

Brama el mar y ruge el viento.
Por mis ansias de venganza
el gran ballenero avanza,
con valor y decisión.
Adelante mis valientes,
cazadores de ventura,
seguidme en esta aventura,
y no tengáis compasión.

Os daré buenos dineros,
remad pues,
viejos lobos marineros,
que Moby-Dick está cerca
y el mar es sólo una alberca
que mide unos cuantos pies. 

Aquí estamos, frente a frente,
ante tamaño gigante,
es el esperado instante
con el que tanto soñé.


Escuchadla
resoplar,
respirar
aire puro;
se aproxima
muy serena
la ballena,
de seguro.

Atacadle con arpones 
o con remos,
id tomando posiciones
tanto en proa como en popa,
después alzaré la copa
y por ella brindaremos.

Aquí estamos, frente a frente,
ante tamaño gigante,
es el esperado instante
con el que tanto soñé.


En el fondo 
de aquel mar,
por odiar
al gran pez,
quedó hundido
el gran velero
 ballenero,
de una vez.

La venganza nunca es buena,
ni muy fría, ni caliente,
te va nublando la mente
y ofuscando el corazón.
Contra el mundo natural,
es más grande la locura,
solo trae mala ventura,
preferible es el perdón.

miércoles, 20 de abril de 2016

EL FANTASMA DE LA ÓPERA




La miro desde la lejana soledad,
desde el silencio más oscuro y tenebroso,
entre los pliegues del telón, muy silencioso,
embelesado en su rostro y su beldad.

Ellos le tienen mucho miedo a la verdad
y no comprenden este fuego misterioso,
mi corazón va palpitando candoroso,
cuando la escucho me enamora su deidad.

Como un felino, la tragedia me persigue
por los rincones que hay detrás de las cortinas.
¡Me ven cual monstruo!, pero soy un ser humano.

Si su cariño mi persona no consigue
y nunca más puedo mirar ya sus retinas,
seré un fantasma entre las notas de un piano.