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lunes, 22 de junio de 2020

Mundos literarios



Ante el blanco papel todo es posible,
cualquier historia puede acontecer
cuando pasa la pluma imprevisible
y una trama comienza a entretejer.
Imágenes galopan en la mente,
gestadas en el útero del ser,
y llegan al cuaderno en el presente,
donde nacen y quedan reveladas.
El mudo verbo vuélvese  elocuente
y surgen criaturas inventadas
de las profundidades creadoras...
De allí salen los duendes y las hadas;
los ángeles custodios de las horas;
los monstruos, los fantasmas, las quimeras...;
las brujas, las sirenas seductoras...
También las emociones prisioneras
se libran de cadenas y grilletes,
y cruzan liberadas las fronteras
montadas en las letras cual jinetes.
Se mezclan realidades con ficción,
y a veces del destino son juguetes;
marionetas de la imaginación,
que mueve con sus hilos personajes,
situaciones, sucesos… la función…
En esta fabulosa singladura
que nos lleva por múltiples paisajes,
subidos a esta nave de cultura,
emprenderemos mágicos viajes
por los mundos de la literatura.

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jueves, 11 de julio de 2019

El pueblo está tranquilo

Iglesia

En el azul celeste, flotan canas
nubes en solitaria ingravidez.
Tórtolas y palomas van ufanas
a sus nidos portando calidez.
Está calma la tarde y el silencio
recorre las callejas, a la vez
que el tiempo se desliza y evidencio
el mutismo apacible de su paso.
¡Es todo tan bucólico! Presencio
al sol yendo en su fuga hacia el ocaso;
compleja sencillez, ¡tan especial!,
que  guardo en mi retina por si acaso
olvido la belleza de este instante,
cargado de la magia natural,
que tiene en mí un efecto relajante.
El pueblo está tranquilo, está jovial,
la paz es el sonido dominante

lunes, 5 de enero de 2015

Elegía a un campesino

 Era un hombre del campo ¡tan sincero!,
cultivaba los frutos con las manos
con gran dedicación y mucho esmero.
De un espíritu noble, de los llanos,
poniéndole a la tierra su pasión,
al lado de su madre y sus hermanos.
Adherida a sus labios la canción,
tarareaba siempre muy sereno
entonando su voz por la región.
Me llega su fragancia a trigo y heno,
aromas de tomillo, jara y menta,
de maíz, de cebada y de centeno.
Ya a la sombra de un árbol no se sienta,
   a descansar un rato del trabajo,
cuando el tórrido sol su piel calienta.
Preparaba los surcos a destajo,
con gran constancia, ¡ya no los prepara!, 
y quitaba de paso algún yerbajo.
Él calmaba su sed con agua clara,
que sacaba del pozo oscuro y frío,
lavándose las manos y la cara.
De su tierra partió con mucho brío,
en un día de junio, emprendió viaje
hacia eternas corrientes del Gran Río,
se marchó muy ligero de equipaje.