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lunes, 1 de abril de 2019

Canta, sirena (Glosa)

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*Endulzará tu acento el llanto mío,
cada vez que susurres a mi ser
tus versos de ternura, de mujer
que llena con caricias el vacío.

Sirena, que navegas por el río
dejando melodías por doquier,
a mi lado te quiero siempre ver,
pues sabes que en tu canto yo confío.

No olvides las canciones de la mar,
las voces de la espuma y de las olas,
que llegan desde tu ínsula lejana.

Recuerda, nunca dejes de cantar
los sones de las mudas caracolas…,
*canta en la noche, canta en la mañana...




A un ruiseñor
de José de Espronceda 

Canta en la noche, canta en la mañana,
ruiseñor, en el bosque tus amores;
canta, que llorará cuando tú llores
el alba perlas en la flor temprana.

Teñido el cielo de amaranto y grana,
la brisa de la tarde entre las flores
suspirará también a los rigores
de tu amor triste y tu esperanza vana.

Y en la noche serena, al puro rayo
de la callada luna, tus cantares
los ecos sonarán del bosque umbrío;

y vertiendo dulcísimo desmayo
cual bálsamo suave en mis pesares,
endulzará tu acento el llanto mío.





viernes, 11 de enero de 2019

Tiempos de libertad (Glosa a la rima LIII de Bécquer)


La imagen puede contener: texto


Nuevos tiempos llegaron cual libres golondrinas
con cantos renovados, dispuestos a colgar
en la pared sin puertas, ventanas ni cristales,
lemas de lo que un día Dignidad llamarán.
Recuerda que el veloz planeo refrenaban
queriendo anhelos nuevos sus ojos contemplar,
anhelos bautizados con diferentes nombres,
¡recuerda, que a tu mente seguro volverán!
.
Recuerda las salvajes y verdes madreselvas
empezando en el muro vergonzoso a escalar...
Muy pronto de las prímulas, delicadas y hermosas,
sus capullos dormidos con la luz se abrirán.
Cual diamantes, las gotas del dorado rocío
que empiezan con la brisa de la aurora a temblar,
emiten sus destellos de luz al fresco día,
y siempre con sus brillos de nuevo volverán.
.
Cuando escuchen atentos los silentes oídos,
las voces verdaderas volverán a sonar
con la ilusión perdida del olvidado sueño,
¡quizás por sus canciones la paz despertará!
La libertad no está sumisa y de rodillas,
ni ofrece sacrificios sobre ningún altar,
pero los que la quieren atada, desengáñate,
verte digno y erguido seguro no querrán.




Rima LIII

Volverán las oscuras golondrinas
en tu balcón sus nidos a colgar,
y otra vez con el ala a sus cristales
jugando llamarán.
Pero aquellas que el vuelo refrenaban
tu hermosura y mi dicha a contemplar,
aquellas que aprendieron nuestros nombres...
¡esas... no volverán!.

Volverán las tupidas madreselvas
de tu jardín las tapias a escalar,
y otra vez a la tarde aún más hermosas
sus flores se abrirán.
Pero aquellas, cuajadas de rocío
cuyas gotas mirábamos temblar
y caer como lágrimas del día...
¡esas... no volverán!

Volverán del amor en tus oídos
las palabras ardientes a sonar;
tu corazón de su profundo sueño
tal vez despertará.
Pero mudo y absorto y de rodillas
como se adora a Dios ante su altar, ...
como yo te he querido...; desengáñate,
¡así... no te querrán!

Bécquer

martes, 30 de octubre de 2018

Glosa a la rima LXXIII de Bécquer




Miraban tus ojos,
como el cielo abiertos,
brillaba tu cara
pintada en un lienzo.
Te vi sollozando
envuelta en silencio,
y de nuestra alcoba
los sueños salieron.

Un cirio en un vaso
que había en el suelo,
su brillo arrojaba
sobre nuestro lecho,
y, cual una sombra,
surgía a intérvalos
la figura rígida
de tu frío cuerpo...

Te fuiste un buen día
con el sol primero,
marchaste sin rüidos
al eterno pueblo.
La vida es contraste;
la muerte, misterio;
me quedé en tinieblas
en solo un momento.

¡Nunca estamos solos,
nos miran los muertos!

Carlos elpoetaartesano

RIMA LXXIII


Cerraron sus ojos
que aún tenía abiertos,
taparon su cara
con un blanco lienzo,
y unos sollozando,
otros en silencio,
de la triste alcoba
todos se salieron.
La luz que en un vaso
ardía en el suelo,
al muro arrojaba
la sombra del lecho;
y entre aquella sombra
veíase a intérvalos
dibujarse rígida
la forma del cuerpo.
Despertaba el día,
y, a su albor primero,
con sus mil rüidos
despertaba el pueblo.
Ante aquel contraste
de vida y misterio,
de luz y tinieblas,
yo pensé un momento:
—¡Dios mío, qué solos
se quedan los muertos!

Bécquer

lunes, 26 de junio de 2017

Corona-glosa al soneto de repente de Lope de Vega





Soneto de repente

Un soneto me manda hacer Violante
que en mi vida me he visto en tal aprieto;
catorce versos dicen que es soneto;
burla burlando van los tres delante.

Yo pensé que no hallara consonante,
y estoy a la mitad de otro cuarteto;
mas si me veo en el primer terceto,
no hay cosa en los cuartetos que me espante.

Por el primer terceto voy entrando,
y parece que entré con pie derecho,
pues fin con este verso le voy dando.

Ya estoy en el segundo y aun sospecho
que voy los trece versos acabando;
contad si son catorce, y está hecho.

(Lope de Vega)
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SONETO 1 – Reyes Ferrándiz

Un soneto me manda hacer Violante;
lo manda tan sutil y perentoria
que no voy a tener escapatoria
si no encuentro una excusa fulminante.

Se las da de gran dama la tunante,
coqueta maritornes sin historia,
que pasea con más pena que gloria
su palmito discreto e insinuante.

Pero para intentarlo necesito
ponderar sus graciosos atributos…,
y, a costa de mis dotes de paleto,

intentar sacudirme el sambenito
y sacar un soneto en dos minutos,
que en mi vida me he visto en tal aprieto.
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SONETO 2 – Tere Bas

En mi vida me he visto en tal aprieto,
pues tendré que rendirme a la sorpresa,
de que lleves a cabo tu promesa
y escribas mi poema en un panfleto.

Te pido cuatro estrofas en concreto,
¡tú sabrás si este juego te interesa!
ya ves, me considero una princesa,
y exijo de la pluma su respeto.

Recuerda que es capricho de esta dama,
que el tiempo no supere lo pactado,
cuando al fin el trabajo esté completo.

No esperes conseguir dinero y fama
escribiendo un recurso ya inventado,
catorce versos dicen que es soneto.
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SONETO 3 – Marcos Circenses

Catorce versos dicen que es soneto;
seguro que es verdad, sin duda alguna,
como lo es que el sino que me acuna
me mantenga detrás del parapeto,

pues me he comprometido a ser discreto;
no acudir a los brazos de ninguna,
ni en esta situación tan oportuna.
Pero saldré airoso, lo prometo.

No es que tenga, por cierto, el alma mora,
pero antes tres beatos le enviaría
que me cuenten, después, de su talante.

Así que os los envío, mi señora,
a vos, que tanto os va la algarabía;
burla burlando van los tres delante.
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SONETO 4 – Helena Restrepo

Burla burlando van los tres delante,
y es tu risa mi gran desilusión
¿acaso es que no ves mi corazón
en este estado alegre y anhelante?

Si miras en mis ojos un instante,
verás que lo que busco es tu pasión
que se ha escondido en esta confusión
detrás del eco dulce de un farsante.

Invítame a jugar con tu sonrisa,
sintiendo en el poema mi fortuna;
que me encuentre en el verbo delirante

de tu palabra rítmica y precisa.
Al pedirte un soneto, inoportuna,
yo pensé que no hallara consonante.
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SONETO 5 – Carlos Elpoetaartesano

Yo pensé que no hallara consonante
que rimara el soneto que me pides,
y, sabiendo que tú los versos mides,
encontré tres palabras: sé mi amante.

Este empeño que azora tu semblante
te puede conquistar, no te descuides;
verás que soy experto en estas lides,
y tengo un atractivo alucinante.

Me retas a que acabe este poema
si quiero enamorarte con poesía,
mas tengo de las rimas el secreto

aunque parezca improvisado el tema;
¿que el soneto no acaba todavía?,
¡y estoy a la mitad de otro cuarteto!
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SONETO 6 – María Rosales Palencia

Estoy a la mitad de otro cuarteto;
como si fuera el hecho una proeza,
una hazaña que encaje cada pieza
hasta lograr el lírico esqueleto.

De todo corazón, me comprometo
a escribir del amor o la tristeza
y me inspiro también con la belleza
en el verso de imágenes repleto.

La esperanza del triunfo determina
que insista en acabar mi cometido
y, ante el empeño por cumplir, me inquieto.

La gesta es hiperbólica y supina,
pues acabo de hacer lo prometido,
mas si me veo en el primer terceto...
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SONETO 7 – Luis Salvador Trinidad

Mas si me veo en el primer terceto,
habiendo dos cuartetos acabado,
no quiero recrearme en lo logrado,
porque mirar atrás no tiene objeto.

Mejor sigo avanzando en el boceto
que Violante me exige de buen grado
y, aunque lo encuentro un tanto complicado,
no me puedo rajar en este reto.

Seis versos solo faltan por hacer,
cinco más para dar terminación
y cerrar esta etapa culminante.

Y cuando ya termino el menester,
concluyo al completar la revisión;
“No hay cosa en los cuartetos que me espante”.
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SONETO 8 – Mari Carmen Rodríguez Camargo

No hay cosa en los cuartetos que me espante
pues solo veo en ellos la pereza
de un mísero con aires de grandeza
que pretende con burlas que me achante.

Estos versos que escribes, trepidante,
tan solo me demuestran tu destreza,
pero no la sutil delicadeza
que embellece a un soneto cual diamante.

¡No me tomes por tonta, viejo zorro,
sé lo que es un soneto y su estructura,
y es obvio que conmigo estás jugando!

Me paso tus cuartetos por el forro,
pero quiero acabar esta lectura:
por el primer terceto voy entrando.
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SONETO 9 – Carmen Aguirre

Por el primer terceto voy entrando
y huele lo que leo a chamusquina,
pues no glosáis mi cara tan divina
ni mi gracia hechicera vais plasmando.

Si un soneto pedí, lo hice pensando
que os podría inspirar cosa más fina;
mas ya pronto el soneto se termina
y vos seguís los versos recontando.

Y me está entrando un agua de levante
que me enciende la sangre y me sulfura.
Así que a vos os sirva de provecho…,

¡seguid con vuestras cuentas adelante
que ya no aguanto más esta tortura!
y parece que entré con pie derecho.
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SONETO 10 – Carlos Elpoetaartesano

Y parece que entré con pie derecho
pues mis versos se cuelan en tu oído;
tu frágil disimulo no ha podido
esconder el latido de tu pecho.

Bien sabes que me queda poco trecho,
pues mi soneto ya te ha seducido,
no pretendas que no lo has entendido,
que mis labios aún siguen al acecho.

No ocultes en tercetos tus colores,
le dan un toque ingenuo a tu viveza,
y a estas letras las tienes palpitando.

Tendrás que darme un beso con honores,
reconoce que tengo gran firmeza,
pues fin con este verso le voy dando
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SONETO 11 – Alberto Jirón Flamenco

Pues fin con este verso le voy dando,
diré casi al final de tu encomienda
que no es cosa tan fácil, es tremenda,
y sin liarme en los versos me voy liando.

Voy el otro cuarteto comenzando,
sin que un experto llegue y me reprenda.
Espero que el soneto no te ofenda
o pienses que estoy solo improvisando.

Y aunque hacer un soneto es trabajoso,
yo lo hago en un intento si la musa,
con las rimas, me deja satisfecho.

Esta empresa es difícil, y es gracioso
que no quiero dejarla así inconclusa:
ya estoy en el segundo y aun sospecho.
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SONETO 12 – Reyes Ferrándiz

Ya estoy en el segundo y aún sospecho
que no va a merecer mis atenciones
y todo quedará en suposiciones
si deja mi capricho insatisfecho.

Veo al de la perilla hacer pertrecho
de ripios y de rimas, da lecciones
en lugar de pedirme mil perdones
por mandarme estos versos de desecho.

¿Lírica? Ni se ve ni se la espera;
si contando se va por la tangente,
su invento sonetil cambia de bando,

y no acabará bien. Toco madera,
pues, al fin del soneto, soy consciente
que estoy los trece versos acabando.
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SONETO 13 – Marcos Circenses

Que voy los trece versos acabando,
y deben ser catorce. De seguro,
como es lo prometido, yo me auguro
que puedo los denarios ir sumando.

Me paga aunque resulte el verso infando;
así, que ya en sus brazos me aventuro;
si quiere, bien; si no, pues no me apuro,
ya llegue con desmayos y sudando.

Quizá, porque semeja inteligente,
me trate de patán y de ignorante
o de juglar insípido y maltrecho.

Pero acudo a su lado diligente:
"Héteme aquí, mi hermética inquietante,
contad si son catorce, y está hecho”.
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SONETO 14 – Mardy Mesén Rodríguez

“¡Contad si son catorce y ya está hecho!”
son catorce, Lopillo, ya he contado,
ya puedes dar el trance superado,
aunque nada has sembrado en el barbecho.

¿Que Violante fastidia por despecho?
¿Que con un mal soneto te has burlado?
Desde el principio estuvo mal pensado,
te perdiste la gloria de mi lecho.

Tu lira no encendió la voluptuosa,
la evocadora imagen que esperaba
mi avidez atrevida y elegante.

¡Cuánta figura mustia y fatigosa!
Mas todo el primer verso lo auguraba:
“¡Un soneto me manda hacer Violante!”

martes, 20 de diciembre de 2016

El niño no pasa frío (Glosa)


Va esta glosa en décimas pues ya se huele la Navidad...



Yo vengo de ver, Antón, 
un niño en pobrezas tales, 
que le di para pañales 
las telas del corazón. 
Lope de Vega


En un pesebre con paja
en medio de un buey y un burro
no se escucha ni un susurro
porque un niño se relaja.
Tiene la madre una alhaja
que guarda en su corazón
con mucha satisfacción,
y que es parte de su ser.
Antón, ¿la pudiste ver?
Yo vengo de ver, Antón.
*
Se acercaron los pastores
a ver al recién nacido,
llevando, muy protegido,
lo mejor de sus amores.
Luego llegaron señores
al Portal de los portales,
donde todos los mortales
llegan para ser salvados,
y vieron muy contrariados
un niño en pobrezas tales...
*
Al Niño-Dios pude ver
pues nació entre la pobreza,
y aunque es grande su nobleza
humilde ha querido ser.
Pero al ver a la mujer
con los problemas reales,
y los fríos naturales
en las noches del invierno;
tal fue el sentimiento interno
que le di para pañales...
*
Ahora no tiembla el niño
y sonríe complaciente,
bajo el gélido relente
se calienta con cariño...
Cubren su cuerpo lampiño
sentimientos de algodón,
que son una bendición.
Si con el frío se topan,
con cálido amor le arropan
las telas del corazón.