Va esta glosa en décimas pues ya se huele la Navidad...
Yo vengo de ver, Antón,
un niño en pobrezas tales,
que le di para pañales
las telas del corazón.
Lope de Vega
En un pesebre con paja
en medio de un buey y un burro
no se escucha ni un susurro
porque un niño se relaja.
Tiene la madre una alhaja
que guarda en su corazón
con mucha satisfacción,
y que es parte de su ser.
Antón, ¿la pudiste ver?
Yo vengo de ver, Antón.
*
Se acercaron los pastores
a ver al recién nacido,
llevando, muy protegido,
lo mejor de sus amores.
Luego llegaron señores
al Portal de los portales,
donde todos los mortales
llegan para ser salvados,
y vieron muy contrariados
un niño en pobrezas tales...
*
Al Niño-Dios pude ver
pues nació entre la pobreza,
y aunque es grande su nobleza
humilde ha querido ser.
Pero al ver a la mujer
con los problemas reales,
y los fríos naturales
en las noches del invierno;
tal fue el sentimiento interno
que le di para pañales...
*
Ahora no tiembla el niño
y sonríe complaciente,
bajo el gélido relente
se calienta con cariño...
Cubren su cuerpo lampiño
sentimientos de algodón,
que son una bendición.
Si con el frío se topan,
con cálido amor le arropan
las telas del corazón.
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