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domingo, 27 de noviembre de 2016

El pirata y la sirena





Existió un pirata feo,
de los mares el más bravo,
llevaba parche en un ojo,
le llamaban Patapalo.
Navegaba por los mares,
a bordo de un viejo barco,
saqueando los navíos
que se encontraba a su paso.
Una sirena, inspirada, 
lanzaba al aire su canto
y el pirata, que la oía,
al punto quedó prendado.
Desde entonces no robó,
el bucanero bellaco,
halló el amor y la paz
en los besos de sus labios;
y compartió los tesoros
que arrebataran sus garfios.

Así vivieron felices
a lo largo de los años.
y comieron codornices...
Para ser un cuento clásico.

domingo, 8 de marzo de 2015

EL LIBRO DE LA SABIDURÍA


Érase un hombre al que después de muchos años de buscar y suplicar al cielo la sabiduría, éste se la concedió y quedó iluminado. 
Después de conocerlo todo se retiró a un lugar solitario en la montaña, donde escribió un libro tan profundo como bello, con palabras llenas de poesía y encanto en el que manifestaba toda la sabiduría, secretos y misterios quedaban al descubierto, para quien supiera leerlo. 
Poco después salió de su retiro y se fue a la ciudad, donde dejó el libro en mitad de la calle, para regresar otra vez a la soledad. 
Transcurrieron bastantes años, durante los cuales el libro, que fue encontrado por casualidad, adquirió tanta fama, que todos hablaban de él, de su belleza y profundidad, y se admiraban, y se preguntaban quién sería el autor de tan gran libro. 
Un día el espíritu divino movió a aquel hombre, ya anciano, a bajar a la ciudad, y caminó por las calles entregando su corazón a los hombres y hablando profundas y bellas palabras, pero de una manera sencilla y tosca, hablaba a las gentes, pero nadie le hacía caso, todos pasaban desapercibidos por lo sencillas y toscas que eran sus palabras, y por lo rotas que estaban sus vestiduras. 
Habló a los políticos, pero eran sordos a sus palabras pues iban llenas de reproche, y habló a los sabios y filósofos, pero tampoco le escuchaban pues estaban muy ocupados discutiendo sobre el libro que no tenía autor. 
Siguió caminando en silencio y con rostro resplandeciente, como quien ya cumplió su misión en este mundo, mendigando aquí y allá, y dando calor a los pocos que se arrimaban a él. 
El otro día hablando con los pájaros, me dijeron que le habían visto al amanecer muerto en una acera y tapado con unos periódicos que le habían servido de abrigo en su última noche .







jueves, 19 de junio de 2014

Escrita en una pared




Escrita en una pared
la vieja historia de antaño,
la historia se contó ayer,
no escrita por el humano.
“Erase una vez
en yo no sé qué año,
nació una hermosa mujer
en el fondo del océano,
tenía cola de pez
cuidada como oro en paño.
Ella cantaba a la luna
cuando nadie la miraba,
cantaba como ninguna
y al poeta fascinaba.
Él escuchaba callado
en la orilla de la playa,
escuchaba embelesado
y a la vez se enamoraba.
Mientras el cielo estrellado
 ésto todo  contemplaba,
escribiendo en un cometa
de aquella noche serena,
el nombre de la sirena
con el nombre del poeta,
junto a la historia completa
de aquella mujer morena.
Y la lunita coqueta
en su espejo-mar miraba,
mientras tanto que el cometa
en la pared se incrustaba”.
Escrita en una pared
la vieja historia de antaño,
la historia se contó ayer,
no escrita por el humano.
Erase una vez
en yo no sé qué año...