Yo soy...

Yo soy esa presencia que te habita,

sin nombre ni lugar de nacimiento,

no llega a concebirme el pensamiento,

pues mi naturaleza es infinita.

Soy la voz del silencio que te grita

tratando de tocar tu entendimiento,

de tu hambre vengo a ser el alimento,

soy son de la palabra nunca escrita...

No hay nada que me pueda descifrar,

pero descifro todos los enigmas,

soy la fuente que riega tu saber.

Si quieres tras mis pasos caminar,

te invito a conocer mis paradigmas,

mis huellas imprimidas en tu ser.

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El verso

El verso es la palabra armonizada

cantándole a la vida y a la esencia

de las cosas; sensible inteligencia

emocional, de mágica mirada,

que penetra el sentir con delicada

visión y sabio don de transcendencia.

Es el arte del ritmo y la cadencia

recorriendo el papel; vibra sagrada

que inspira al corazón de algún poeta,

dispuesto a pregonar con su lirismo

los mensajes que lleva en la maleta.

Lo mismo se reviste de erotismo

que se va tras la estela de un cometa,

o te prenda con su romanticismo.

Duda

La duda se introduce por mi mente

y en mi mente se olvida la certeza,

la certeza perdida en la tristeza,

tristeza que atenaza mi presente.

Me dejaré llevar por la corriente

en busca de un remanso de franqueza,

donde pueda agarrarme con firmeza

y así poder llegar a lo evidente.

A veces yo naufrago con la fe

y nado sobre un mar de incertidumbre,

voy sin rumbo, ni guía, ni timón.

A veces no vislumbro ni un porqué,

ni una luz en la niebla que le alumbre

el camino al perdido corazón.

Solo el recuerdo (Acróstico)

Música y guitarra: José Silvestre Ríos Pedregosa 

Solo el recuerdo queda del ayer,

oculto en el baúl de la memoria;

ligado a las raíces de mi ser

observo el desarrollo de la historia.

El tiempo me ha llevado a conocer

lo mismo los fracasos que la gloria,

retales de dolor y de placer

enlazados de forma aleatoria.

Con todo ese bagaje llegué aquí;

usando la experiencia del pasado

encuentro que, al final, todo está en mí.

Recibo cada instante ilusionado,

dispuesto a agradecer lo que viví,

oteando un paisaje renovado.

Viento de inspiración

Soy fuerza que recorre este planeta,

soy  fuego de dragón en pleno vuelo;

voy de aquí para allá surcando el cielo;

viajo libre, ligero y sin maleta.

Inspiro, cuando paso, a algún poeta

y así entre sus papeles yo me cuelo;

descubre mi caricia el sutil velo

y eleva su poesía cual cometa.

Soy la musa o el duende que provoca

vendavales de versos a la pluma,

que llevan en sus alas emociones.

En fin, yo pongo versos en la boca

sutiles y ligeros cual la espuma,

y salen transformados en canciones...

Empatía

Mirar, tocar, acariciar su pena;

entrar dentro, en su llanto, cuando llora;

sentir, con actitud consoladora,

cada íntima emoción de forma plena.

Ponerse en otra piel, en piel ajena;

cuando el dolor le aflige y le devora,

prestarle hombro, codo, sanadora

mano, con intención sincera y buena.

Contacto humano, sensibilidad,

cariño, atención, cálida mirada...;

su don le hará sentir tu cercanía.

Lo mismo que el amor, la caridad,

la solidaridad más elevada…,

sublime es el sentir de la empatía.

Dulces lágrimas (Todos los sustantivos, verbos y adjetivos con la letra “e”)

Nacen de lagrimales refulgentes

cristales muy salobres y brillantes,

recorren cual riachuelos los semblantes

enjugando sentires diferentes.

Repletas de emociones inocentes

con destellos y luces abundantes,

se muestran placenteras, elegantes,

bellas con fundamentos convincentes.

Sonríen los luceros impregnados

de las fuentes repletas de empatía

desbordante de eufóricos estados.

Lloraré los momentos regalados

con dulce regocijo y alegría,

felices al poder ser expresados.

Lágrimas saladas (lipograma: sin la letra “e”)

Son las lágrimas gotas diamantinas

paridas por los días compungidos;

son disgustos oscuros, doloridos,

profundos como grutas submarinas.

Su sal cambia las risas por rutinas

aburridas con pocos coloridos,

y las aguas inundan los latidos

jubilosos sin ritmo por sus ruinas.

Acumulan fatigas por manojos,

y, aturdidos con tantas paradojas,

naufragan por su mar daños aciagos...

Fontanas caudalosas son mis ojos,

mas no aplacan las ansias y congojas

agravadas por tantos malos tragos.

Vive ahora, comparte

Se escabullen los instantes si los dejas,

pues corren en continuo movimiento;

atrapa cada paso del momento,

que luego ya no sirven moralejas.

Es fugaz y lo pierdes si te alejas,

en el ahora mora el sentimiento,

no dejes que se aleje el pensamiento

de su lado y se pierda en las callejas

del pasado, o se vaya hacia el futuro

incierto, del que nadie sabe nada;

mejor vive el presente, es más seguro.

Disfruta intensamente en tu morada;

la vida, que en ti mismo es un don puro,

compártela con otros, es sagrada.

Prejuicios

Miro, tras las ventanas de mi mente, sin iris

ni retina; vacías mis cuencas de miradas

viejas, observan como desfilan, cual espadas

cortantes, los prejuicios. Y llueven sirimiris

de tolerancia sobre mis húmedas pestañas,

que parpadean ávidas de nuevas experiencias.

Y llueven, llueven claras transparencias

que dan vida a la estepa en mis entrañas.

Mi reseca esperanza reverdece,

revistiendo la tierra de mis sueños,

revistiendo con sueños a la tierra.

La duda en mi interior desaparece

y toman nuevos bríos mis empeños

de hacer a los escrúpulos la guerra.

Paseo

Camino por el monte en solitario

siguiendo la vereda del romero,

escucho el lindo trino del jilguero

con su gorgoriteo extraordinario.

El silbo de la brisa me acompaña;

me llega el suave aroma del tomillo;

a lo lejos se escucha el son de un grillo

que ameniza el ambiente con su maña.

Natural sinfonía de la vida,

que envuelve cada paso con su canto,

haciendo el recorrido encantador.

De magia y de belleza está vestida

la tarde, abrigada con el manto

del crepúsculo, plena de color.

Erótica paradoja

Curioso…, con mi fuego, te haces agua;
tu cuerpo se licúa si me enciendo
y su humedad, por la pasión fluyendo,
aviva los deseos en mi fragua.

Torrente de pasión, bajo tu enagua,
que corre por las venas in crescendo
y arrasa los latidos, diluyendo
sus lujurias si en mi volcán desagua.

Esa húmeda candela de tu boca, 
que prende con su beso de agua ardiente
los poros de mi piel y me provoca

incendios de erotismo incandescente;
me calcina con llamarada loca
y manan los fluidos de mi fuente.

Mi Carmen

Es mi Carmen poeta malagueña

que pinta los poemas con vestidos

de cola con lunares, con latidos

que llevan en la sangre fuego y leña.

El duende la ha tocado con su dedo

y la magia discurre por su pluma,

subiendo su lirismo como espuma,

con coraje pues no conoce el miedo.

El arte por sus venas corre libre,

los flamencos le rinden pleitesía

dejándole oblaciones y claveles.

Mi Carmen es un dulce de jengibre,

tiene garra y te agarra su poesía,

haciendo que se ericen nuestras pieles.

No es justa la balanza

Corren vientos propicios por los cielos 

de Wall Street, comercian con la paz,

comercian con la guerra; es eficaz

este juego de farsas y camelos.

Mas corren vientos tristes por los suelos 

y subsuelos, en donde la voraz

miseria, depredando cual rapaz,

desgarra con sus garras los anhelos.

.

La balanza no es justa, está trucada,

suelen perder los justos; los astutos

tienen éxito en esta mascarada.

Tienen poco que hacer los impolutos,

ha sido la justicia malversada

y está en las arcas de los más polutos.

No diré...

No diré que me encanta escribir versos;

tan solo que, aun sabiendo que debiera

estar en otras cosas, mi ligera

pluma se engaña siempre con dispersos

argumentos y busca en universos

paralelos algún porqué, cualquiera,

para crear estrofas, la primera

excusa con la que plasmar diversos

poemas sobre el albo pergamino.

No voy a mencionar esta adicción

por las letras, que embriaga como el vino,

que me hace consumirlas con pasión,

sedando los pesares del camino,

buscándole un pretexto al corazón.

Revolución

No creo en el sistema milenario,

ni creo en todo aquello que nos venden;

no creo en la justicia que pretenden;

un cambio en nuestra mente es necesario.

Que el planeta no tenga propietario,

pues tantas injusticias nos ofenden;

es obvio que los grandes no comprenden

que debemos cambiar este escenario.

Yo sueño con que llegue el despertar;

con el amor y seres insurrectos,

quizás todo se pueda renovar.

Nutramos con saber los intelectos,

que la verdad nos pueda liberar,

tomando para el mundo otros trayectos.

Le falta una vocal a este soneto (lipograma)

Una letra se fue del alfabeto,

solo son cuatro ahora las vocales

que al poema le ofrecen ser leales;

ellas solas completan ya un cuarteto.

No obstante de su marcha, yo prometo

componer unos versos naturales,

mantener esas pautas generales

que conforman la forma de un soneto.

Como un palo, ella es larga y muy delgada,

lleva un punto, cual gorro en la cabeza...;

no la busquen, pues hoy está fugada.

La echo en falta, lo expreso con franqueza,

y, a pesar de no ser nunca nombrada,

se asoma entre las letras su belleza.

Mujer arcoíris

El azul de tu mundo me seduce

con cantos de sirena juguetona,

el verde de tus sueños me ilusiona

y en una gran sonrisa se traduce.

El magenta en tus labios me conduce

a un cielo de color y me apasiona.

El blanco de tu risa juguetona,

un canto de alegría reproduce

que aleja de mi lado la tristeza.

El lila de tu amor despierta el plectro

poético en mis versos con presteza,

y un arcoíris corona tu cabeza

con todos los colores del espectro

luminoso, que ensalzan tu belleza.

Una voz grita en el desierto

La voz que grita en el desierto, suena

con la fuerza del viento que la porta;

 a los mudos silencios ella importa;

resuena en cada grano de la arena.

Es el clamor de un llanto, de una pena,

de un añejo quebranto, que transporta

un mensaje y a todos nos exhorta

a librar al amor de su cadena.

Viaja entre los pliegues de las dunas,

buscando el corazón de los humanos;

tratando de saciar nuestras hambrunas.

Se escucha en los rincones más lejanos,

usando las palabras oportunas;

sentencias del mayor de los arcanos.

Artesanos

Diestras y creativas son sus manos,

dejando en cada pieza su experiencia;

realizan las obras a conciencia,

los sencillos y humildes artesanos.

Ciertamente son artes y son sanos

sus oficios; construyen con su ciencia

mil objetos forjados con paciencia,

usados en momentos cotidianos.

Las máquinas son frías, más que el hielo,

mas crean sus productos en cadena,

y surten la demanda a precios bajos;

con grandes cantidades de un modelo

invaden el mercado, y me da pena,

hay poca calidad en los trabajos.