jueves, 29 de noviembre de 2018

Bébeme




Bébeme en la embriaguez del ebrio amante,
bébeme en cada beso de agua-ardiente;
bébeme, disfrutando cada instante,
bébeme desde lo íntimo en tu mente.

Bébeme en cada verso del poema,
bébeme en cada paso del momento;
sorbo a sorbo, bebe lento
con pasión extrema.

Bébeme si el deseo te sofoca,
bébeme con lujuria y desenfreno,
bébeme en el venero de mi boca;
bébeme…, que tu éxtasis sea pleno.

Bébeme, en la dulzura de la miel;
bébeme como quieras, a tu modo,
absorbe cada recodo
de mi húmeda piel.

lunes, 26 de noviembre de 2018

Mientras tomo un café



 Gracias, Luisa Gómez Borrell

Calma, la tarde se duerme
en la cala de los sueños,
el sol se esconde despacio
detrás de montes serenos;
y, en las aguas del crepúsculo,
se balancea un velero.
La brisa pinta las olas
con tornasoles reflejos,
y se escuchan los susurros
de marineros “te quieros”,
que me evocan tu mirada
y ese vaivén de tu cuerpo.
Calma, la tarde se duerme,
mas se despierta el recuerdo,
mientras me tomo un café
en un bar cerca del puerto,
con él dibujo este instante
en el papel del silencio.

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sábado, 24 de noviembre de 2018

Ánimo

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Si, decaído,
animo a mi ánimo,
 se anima mi ánima;
y, de caído,
me pongo erguido.

Si al río río,
el río ríe
con poderío;
con poder río
y de él me arrío.

Si al canto canto,
el canto canta
de canto en canto
con mucho encanto.

Vino con vino,
¡todo es divino!;
si el vino vino
cuando convino.

domingo, 18 de noviembre de 2018

Va pasando el otoño




Tiemblan las hojas rojas ante el frío que llega
sigiloso; desnuda, la enredadera esconde,
en su cuna de tierra, la vieja savia en donde
lleva la calidez del alma veraniega;

regresa a la embriaguez de su íntima bodega,
es tiempo de soñar, mientras el hielo ronde,
de buscar sus raíces, como le corresponde;
es tiempo de descanso, de relajar la brega.

Va pasando noviembre, una vez más, trayendo
los vientos y las lluvias; los gorriones, buscando 
las semillas, se acercan turnando su llegada.

También la joven tórtola mis migas va comiendo,
creyendo que está sola mientras la estoy mirando
detrás de mi ventana; ¡es bella y delicada!

En mi patio, el otoño, su huella va dejando;
y se acerca el invierno con su mantilla helada.

miércoles, 7 de noviembre de 2018

Letras prisioneras





Trotad por el papel letras prisioneras,
huid de este silencio enmudecido
que, como telarañas, se ha extendido
por las habitaciones y escaleras

de esta mansión de tiempo; sois viajeras,
liberadas de cárceles de olvido,
dispuestas a contar lo que he sentido:
anhelos, realidades y quimeras.

Atrás quedan cadenas y grilletes,
no hay reja que detenga vuestro paso,
las emociones son vuestros jinetes.

Galopad libremente hacia el ocaso
portando poesía en ramilletes,
cogida en los jardines del Parnaso.

Pesadilla de mi locura (surrealista)




Va uno surrealista oscuro...

En los lugares más oscuros de la sombra 
del universo, donde solo un silencio aciago
cubre cada partícula, donde no se nombra
lo bello, o lo sagrado, habita un viejo mago

en un castillo bruno de aspecto tenebroso.
En sus profundidades vive un feroz dragón
que atormenta los sueños; con aspecto horroroso,
intenta que las mentes no encuentren la razón.

El mago abre las puertas de los mundos oníricos
y el dragón obedece a sus negras intenciones...
Ya se oyen los bramidos con sus terrores líricos,
me vienen a buscar desde otras dimensiones...

Vuela por la conciencia siguiendo a mi cordura,
la quiere devorar con sus fauces de pánico,
me crea pesadillas que rozan la locura
con su aliento fatal y su hielo satánico.

Un sudor frío corre con pavor por mi faz,
y me crujen los miembros y rechinan mis dientes,
renacen viejos miedos que se llevan mi paz
a gélidos infiernos de perdidos dementes.

Me despierto en la cama de un hospital, atado, 
rodeado de psiquiatras que vigilan mi estado.

jueves, 1 de noviembre de 2018

Cuando se apagan las luces


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Cuando las luces se apaguen
y enmudezca hasta el silencio,
cuando cesen los latidos
que danzaban con el tiempo
y la sangre ya no corra
por las arterias del cuerpo,
me iré volando sin alas
detrás del rastro del viento.
No hay nada que me sujete,
ni siquiera los recuerdos,
me iré desnudo y con poco,
con solo el amor que tengo,
hacia las verdes praderas
que cubren el campo eterno,
a través de las galaxias,
más allá del universo.
Atrás se queda la vida,
que muerte llevaba dentro;
atrás se quedan las cosas
que otrora soñé despierto.