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sábado, 7 de marzo de 2020

Brotes de brisa (En todos los versos, al menos una palabra con “BR”)



Da a la lengua sutil quiebro,
manéjala bien y enhebra, 
sigue con rigor la hebra
estrujándote el cerebro.
Con talante y buen requiebro
haz que las fronteras abra
aunque alguien te llame cabra
por enhebrar mal la aguja
pero haz que en tu obra ruja
el poder de tu palabra.

Merche Bou Ibáñez

El poder de tu palabra
abre puertas con su llave,
descubriendo así una clave
del destino que nos labra.
Por lo tanto: ¡Abracadabra!,
abracemos los fonemas,
¡brindemos con mil poemas!
Que brisas de ideas vuelen
y que vibrando revelen
al papel brillantes lemas.

Carlos Elpoetaartesano

.Al papel brillantes lemas
para que brille lo escrito
y que vibre nuestro grito
con brotes de buenos temas.
Bruñe con amor poemas
para lograr vibraciones
en todos los bravucones
que ven todo en color bruno
y desbravas de uno en uno
el brío en sus corazones.

Merche Bou Ibáñez

El brío en sus corazones
más que las brasas calienta,
y con bravura alimenta
la fibra de las pasiones.
Ebrios por las emociones,
los bates bruñen los versos,
descubriendo así universos
que siembran en el papel;
¡embriagados con su miel,
en libros queden inmersos!

Carlos Elpoetaartesano

En libros queden inmersos,
las brasas de algún poeta,
y que brille con su meta,
en las brumas de los versos.
Con los bramidos dispersos,
y gritar con brillantez
aunque no tenga brujez,
ni brocha para pintar,
un brasero a de dejar,
para abrigar con fluidez.

Elbio Timote

En libros queden inmersos
amantes de la palabra
cuando su cubierta se abra
y deje libre los versos.
Descubrirán universos,
que brotan como las flores
sembrando con sus colores
almas que con ellos vibran,
y que del tedio se libran
con ritmos embriagadores.

José Guerrero

En libros queden inmersos
pensamientos tenebrosos
y los temas escabrosos
por sombríos y perversos.
Broten y luzcan los versos
enfebrecidos de amor,
vibre la voz del autor
brindando sus alegrías
en metáforas bravías
vertebradas con ardor.

Maramin Andrés

En libros queden inmersos
vibrando de la emoción
los brotes del corazón
y enjambres de lindos versos.
Bruñidos sin ser muy tersos
brinquen por lomas y llanos,
sirvan de abrazo a hermanos
y sean abrevadero,
donde abreve el mundo entero
para así obrar como humanos.

Merche Bou Ibáñez


*Vertebradas con ardor,
*con ritmos embriagadores;
son palabras de escritores
alumbradas con fervor.
Finas hebras del autor,
*para abrigar con fluidez,
en urdimbre de honradez...
*Para así obrar como humanos,
escribiendo libres manos
con brillante lucidez.

Carlos Elpoetaartesano

Con brillante lucidez,
con brío y muy bien bruñido
vibra el verso revestido,
no con pobre palidez.
Se siente libre... pardiez
brincando por esas redes.
Bruñe el verso... que tú puedes
brindándole tu buen arte.
Dejando bromas aparte;
¡Abrígate Nicomedes!

Merche Bou Ibáñez

¡Abrígate Nicomedes!,
viste con capa y sombrero,
que viene el frío febrero...;
prende una lumbre si puedes.
Libre escribe, no te enredes;
labra surcos de renglones,
siembra en ellos emociones
para que brote la trova
que con embrujo te arroba
descubriendo sensaciones.

Carlos Elpoetaartesano

Descubriendo sensaciones
que brinda la poesía,
rebrota en mí cada día
afán de bruñir renglones.
Bromear en los guiones
con un broche de sarcasmo
enhebrado cuando plasmo
es la brújula que sigo.
Si brilla lo que consigo,
es que brinco de entusiasmo.

José Guerrero

Es que brinco de entusiasmo,
cuando brota de un buen tema
un breve, agudo poema
y con asombro me pasmo.
No es broma, llego al orgasmo
cuando cubro de sabor
el estambre de una flor
que descubre su anatómico
y brioso lado cómico,
que se abre con humor.

Carlos Elpoetaartesano

Que se abre con humor,
solo al que el humor le sobra
y con una hábil maniobra
lo abraza sin más pudor.
Es brebaje curador
bromear de todo un poco,
embrujar al docto "coco"
que vibra con la ironía
abreviada en poesía,
es el labrado que enfoco.

José Guerrero


Es el labrado que enfoco
desbrozando hasta la brisa,
y brinco huyendo deprisa
de los abrazos de un loco.
Entre brumas, poco a poco
fueron brotando estos versos
que con br y bien dispersos
dan brillo a la poesía
que brama más cada día
bregando por universos.

Merche Bou Ibáñez

lunes, 2 de marzo de 2020

Poeta bohemio




Disfruto cuando escribo algún poema,
aunque muy bien pudiera ser un blus,
lo mismo que disfruto, ¡que dilema!,
en el bar, la partida de un buen mus.

A veces yo me creo ser un jóker,
o escribo poesía, o juego al póker;
y es que mi corazón es un bohemio
que vive su pasión, ese es su premio…

Me gusta viajar por todo el mundo,
sintiendo cada instante en mis zapatos;
amándote, mujer, cada segundo;
pasando con amigos buenos ratos.

El día que me den la unción extrema,
me iré de este planeta en autobús.
¡Cuidemos del amor!, será mi lema,
en él se hermana el Buda con Jesús.



miércoles, 12 de febrero de 2020

Rojo carmesí



Recorre con tus labios los caminos
de mi cuerpo, despacio, suavemente,
que el tiempo se congele en el presente
rendido a tus instintos femeninos.

Libera tus maullidos, ¡tan felinos!,
que arañen las lujurias de mi mente,
provócame despacio, dulcemente,
pasiones y placer en remolinos.

La noche resplandece en los tejados
y enciende con su llama el frenesí
de los deseos locos del amor .

Paladea los néctares vedados,
regálame tu boca carmesí;
yo libo el alhelí, tu bella flor.

Borracho de tu olor,
explotan en mis centros los orgasmos
en medio de narcóticos espasmos.

martes, 14 de enero de 2020

Sentado en el columpio del latido





Sentado en el columpio del latido,
oscilo en el vaivén de cada instante,
sintiendo el balanceo apasionante,
que guardo en el desván de lo vivido.

La vida es un misterio interesante
que tiene un gran arcano en sí escondido,
puede ser, desvelarlo, divertido;
vivirlo es, de seguro,  emocionante...

Disfruto el bamboleo, agradecido,
e invito a disfrutarlo al semejante;
compartir con amor es importante,
es la magia del mundo, que está herido…

El tiempo va de atrás hacia adelante,
“ahora”es el momento concedido.

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viernes, 27 de diciembre de 2019

Poesía blanca




Brilla el sol en la diáfana mañana
y el aire se respira limpio y fresco,
la nieve se presenta, y es preciosa,
 cubriendo los caminos y las sendas.

El mirlo nos regala melodías,
subido al escenario de un gran roble;
vestido por la albina claridad,
invita a caminar por campos vírgenes.

No hay huellas que seguir, todo es reciente,
los pasos improvisan el camino
y, pioneros, exploran el paisaje
pintado por la mano de algún dios;

los ojos se emborrachan de hermosura,
naciendo del ser un soneto blanco.

sábado, 21 de diciembre de 2019

Vive ahora, comparte





Se escabullen los instantes si los dejas,
pues corren en continuo movimiento;
atrapa cada paso del momento,
que luego ya no sirven moralejas.

Es fugaz y lo pierdes si te alejas,
en el ahora mora el sentimiento,
no dejes que se aleje el pensamiento
de su lado y se pierda en las callejas

del pasado, o se vaya hacia el futuro
incierto, del que nadie sabe nada;
mejor vive el presente, es más seguro.

Disfruta intensamente en tu morada;
la vida, que en ti mismo es un don puro,
compártela con otros, es sagrada.

domingo, 8 de diciembre de 2019

Prejuicios




Miro, tras las ventanas de mi mente, sin iris
ni retina; vacías mis cuencas de miradas
viejas, observan como desfilan, cual espadas
cortantes, los prejuicios. Y llueven sirimiris

de tolerancia sobre mis húmedas pestañas,
que parpadean ávidas de nuevas experiencias.
Y llueven, llueven claras transparencias
que dan vida a la estepa en mis entrañas.

Mi reseca esperanza reverdece,
revistiendo la tierra de mis sueños,
revistiendo con sueños a la tierra.

La duda en mi interior desaparece
y toman nuevos bríos mis empeños
de hacer a los escrúpulos la guerra.

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martes, 16 de julio de 2019

Solo soy lo que soy



Yo no soy artesano, ni tampoco poeta,
aunque haga artesanía y escriba poesía.
No soy, de la derecha, lucrosa mercancía,
tampoco, de la izquierda, extremista profeta.

Yo no soy de ninguna negra secta secreta
que se cree elitista, que cree ser tu guía.
Yo no creo en la iglesia ni en la masonería.
No soy alma ilustrada; tampoco, analfabeta.

No soy de este partido, tampoco soy de aquel;
no pertenezco al sur, ni pertenezco al norte.
No pertenezco al vulgo; ni tampoco, a la corte.
No soy beato cristiano, ni soy musulmán fiel.

Solo soy lo que soy…, el ser que vive en mí;
solo soy lo que soy…, yo soy y estoy aquí.

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viernes, 12 de abril de 2019

Amor





No voy a recordar que me hizo daño,
mas me punza el amor hasta en los huesos,
es una herida dulce, pero sangra
lágrimas sobre el pozo del tintero,
la pluma las recoge gota a gota
y riega el pergamino verso a verso.
Si tengo que olvidar que un día amé
para poder salir del frío incierto
que provoca su ausencia en mi latir,
prefiero recordar que toqué el cielo
y bebí de sus fuentes refrescantes,
aunque sea la causa de este infierno.
Yo sé que las heridas van sanando,
aun siendo lentamente, con el tiempo,
pero conservaré las cicatrices
cual preciado tesoro en el recuerdo.
No me quejo de haberlo conocido,
es solo que me duele ese momento.

martes, 4 de diciembre de 2018

A veces, la noche...



La noche, con sus chispas centelleantes,
me lleva de la mano hacia mí mismo
y, absorto por su canto silencioso,
me interno en el misterio que la envuelve.

A veces, una estrella vagabunda
me atrae a los deseos camuflados
en los pliegues del alma de los sueños;
donde todo es posible con la fe.

A veces, tras la luna, hay una cara
que exhibe las pasiones de un amor
oculto entre sus cráteres oscuros.

A veces, la negrura de su alfombra
me invita a que sobre ella yo me monte
y, subido en su magia, un viaje emprenda...

jueves, 29 de noviembre de 2018

Bébeme




Bébeme en la embriaguez del ebrio amante,
bébeme en cada beso de agua-ardiente;
bébeme, disfrutando cada instante,
bébeme desde lo íntimo en tu mente.

Bébeme en cada verso del poema,
bébeme en cada paso del momento;
sorbo a sorbo, bebe lento
con pasión extrema.

Bébeme si el deseo te sofoca,
bébeme con lujuria y desenfreno,
bébeme en el venero de mi boca;
bébeme…, que tu éxtasis sea pleno.

Bébeme, en la dulzura de la miel;
bébeme como quieras, a tu modo,
absorbe cada recodo
de mi húmeda piel.

domingo, 18 de noviembre de 2018

Va pasando el otoño




Tiemblan las hojas rojas ante el frío que llega
sigiloso; desnuda, la enredadera esconde,
en su cuna de tierra, la vieja savia en donde
lleva la calidez del alma veraniega;

regresa a la embriaguez de su íntima bodega,
es tiempo de soñar, mientras el hielo ronde,
de buscar sus raíces, como le corresponde;
es tiempo de descanso, de relajar la brega.

Va pasando noviembre, una vez más, trayendo
los vientos y las lluvias; los gorriones, buscando 
las semillas, se acercan turnando su llegada.

También la joven tórtola mis migas va comiendo,
creyendo que está sola mientras la estoy mirando
detrás de mi ventana; ¡es bella y delicada!

En mi patio, el otoño, su huella va dejando;
y se acerca el invierno con su mantilla helada.

martes, 25 de septiembre de 2018

Cálida y sabrosa melodía



Cuando toco las notas del color de tu risa,
cuando veo el perfume que su luz improvisa,
me vuelvo sinfonía de caricias sabrosas,
se funde mi sentir con canciones y rosas.
Y, si el tacto sincero de tu dulce mirada
se clava en mi silencio cual afilada espada,
destilo melodías de mañanas radiantes
y versos aromáticos de poemas amantes.
Porque tú me enamoras y activas mis sentidos
con tu sola presencia; porque estamos unidos
por la fragante música del sabor de la esencia
que baña nuestros seres con total transparencia.
Y me abrigan tus besos pintados en bemol
sobre toda mi piel con templada vehemencia;
y me hago  pentagrama con su clave de sol.

jueves, 26 de julio de 2018

Bebamos del amor



Bebamos de la copa sencilla del amor,
bebamos de sus aguas frescas y transparentes,
que calmen esa sed que siente el interior
y colmen nuestro ser, sus anhelos ardientes.

Bebamos de su luz de eternos resplandores,
que despierten los sueños de plácida alegría,
que vista nuestro rostro con todos los colores
y brille en nuestra esencia el sol de un nuevo día.

Remedio que nos cura de vacua soledad
y aleja con su don al poderoso miedo,
abriéndonos caminos hacia la libertad
con el toque especial de su mágico dedo.

Embriagan los licores que guarda en su bodega
con solera de tiempo; embriaga el mosto joven,
el vino fermentado da calor y sosiega,
haciendo, en la ebriedad, que nuestros labios troven.

jueves, 19 de julio de 2018

Viejo barco aventurero



Desperézate viejo barco aventurero,
escucha el soniquete de ese viento viajero,
que te habla de otros sitios e invita a navegar.
Deja libres tus velas, que atrapen la corriente, 
vámonos por el mundo, de occidente hacia oriente,
por los amplios senderos que nos brinda la mar.

La marea nos habla con sus voces calladas,
la brisa es mensajera de historias olvidadas,
la espuma son suspiros del agua y de la sal.
Los arrecifes guardan enmudecidos gritos,
las algas y corales son poemas escritos,
las olas, los bramidos del gran fondo abismal.

Vámonos con los sueños por océanos vivos,
que no faltan las ganas y sobran los motivos,
seremos marineros hacia nunca jamás.
Una estela de plata será el rastro y la huella,
como la blanca cola de una fugaz estrella
que siembre los deseos, y se cumplan, quizás.










domingo, 24 de junio de 2018

Fuera de mí



Fuera de mí,

cuando me quedo embelesado 
en los  copos de nieve al caer…
Fuera de mí, 
al contemplar la belleza de las cumbres 
o la inmensidad del mar…
Fuera de mí, 
cuando vuelo entre las notas, 
en la brisa melodiosa 
del trino de los pájaros.
Salgo fuera de mí para poder verte
cuando me reflejo en el espejo de tu esencia.
Salgo de mí para poder cruzar al otro lado,
 al universo infinito que hay detrás de tus pupilas.

Salgo de mí hacia el nosotros, 
hacia lo que nos une al universo, 
para que el amor sea posible…
Salgo de mi pequeño yo y todo es inmenso,
 salgo de mi soledad y todo me acompaña.
Salgo de mí, en una cruzada utópica, 

lunes, 18 de junio de 2018

Elegía a un campesino


Era un hombre del campo ¡tan sincero!,
cultivaba los frutos con las manos,
con gran dedicación y mucho esmero;
de un espíritu noble, de los llanos,
poniéndole a la tierra su pasión,
al lado de su madre y sus hermanos.
Adherida a sus labios la canción,
tarareaba siempre muy sereno,
entonando su voz por la región.
Me llega su fragancia a trigo y heno,
aromas de tomillo, jara y menta,
de maíz, de cebada y de centeno.
Ya a la sombra de un árbol no se sienta
a descansar un rato del trabajo,
cuando el tórrido sol su piel calienta.
Preparaba los surcos a destajo,
con gran constancia, ¡ya no los prepara!, 
y quitaba de paso algún yerbajo.
Él calmaba su sed con agua clara,
que sacaba del pozo oscuro y frío,
lavándose las manos y la cara.
De su tierra partió con mucho brío,
en un día de junio, emprendió viaje
hacia eternas corrientes del Gran Río,
se marchó muy ligero de equipaje.

sábado, 16 de junio de 2018

Lanzo los versos a la tierra


Lanzo los versos a la tierra…
Como semillas caen,  esparciéndose en el suelo;
algunos se hunden y empiezan a germinar, 
los hay que sirven de alimento para los pájaros 
u otros seres sensibles; 
otros se mantienen latentes, dormidos, 
en el limbo de la poesía… 
Muchos se diluyen, con el tiempo, 
en fonemas, letras y polvo…
A veces se me caen solos, 
como si tuvieran vida propia, 
buscando su personal destino, 
agarrándose a cualquier grieta donde germinar, 
donde vivir y ser parte del Poema.

sábado, 2 de junio de 2018

Mujer


Me resulta difícil tratar de descifrar
el misterio que esconde la oscuridad del seno;
matriz donde la vida se consiguió engendrar, 
útero de emociones, vacío que está lleno. 
.
Cobijo donde el hijo se puede refugiar
cuando se siente solo, su cariño es del bueno; 
las amargas fatigas del diario caminar 
equilibra su don con un toque sereno...
.
Es amante y amiga, sutil inteligencia,
fragancia de lo bello de la epopeya humana
que queda entre sus versos cual huella de su esencia.
Es la niña inocente, también la sabia anciana.
.
Es la magia del mundo pintada en la memoria;
es, la mujer, el pulso de nuestra viva historia.

miércoles, 23 de mayo de 2018

A las puertas de la poesía y la mística (En el atrio del templo)



En un día de los más remotos siglos, me puse a caminar con pasos esquizofrénicos, sin parar, hacia ningún sitio.
Caminé por el cielo, también por el infierno de mis sueños. Dadme la verdad, pedía, dadme la verdad que todos poseéis, que vengo de muy lejos, más allá del absurdo, más allá de los pilares del mundo, dadme la sabiduría que todos poseéis, que no sé dónde voy; y un niño me ofreció un beso y una sonrisa, un beso pequeño como sus labios y grande como su inocencia, y una sonrisa limpia como el rocío y sana como la alborada.

Luego vi a un delincuente común, de la casta de los parias y marginados, salido de chabolas y suburbios, que me robó un poco de mi amor y lo metió en una caja en la que escondía más cariño, guardándola para que no se la viera nadie, mientras sonreía en su ensimismamiento.
También vi hombres pequeños, enanos de corazón, someter a multitudes que pedían pan, mientras ellos nadaban en la abundancia.
Y una prole de hombres de buena posición, honrados por lo brillantes y limpias que estaban sus máscaras, que ataban y esparcían cadenas de maldición social sobre pecadores y vividores.
Vi muchas clases de personalidad y etiqueta; cerré los ojos pensando donde me encontraba yo, en fin, pensando sobre todo y, cuando los abrí, vi al hombre; volví a cerrarlos y, cuando los volví a abrir, ya no vi nada...

Seguí caminando por caminos ocultos, buscando una sombra donde cobijarme, pero no vi otra sombra que la mía, mi sombra era grande, pero no podía refugiarme en ella, porque siempre estaba delante o al lado o detrás; luché desesperadamente por taparme con ella, sin conseguir nada y, cuando caí exhausto de calor y agotamiento, la noche cubrió la tierra; un refrigerio recorrió mi cuerpo y mi alma, y amé la noche.

Mágica era la noche y las estrellas hermosas y, cuando más metido estaba en el éxtasis, apareció un fantasma que me hizo estremecer, era el frío que calaba mis huesos, y mi cuerpo tiritaba de frío, y mi alma luchaba con mi cuerpo; pero en esta lucha salió el sol, llenándome de bienestar, y amé al sol, y comprendí el equilibrio existente entre la noche y el día de mis esperanzas.

Las esperanzas eran buenas y los caminos oscuros, cuando caminaba desnudo ante el sol, ¿cómo puede ser esto? me pregunté; así fue como descubrí que llevaba gafas de ciego; me las quité y el sol cegó mis ojos, pues estaban acostumbrados a la oscuridad; desde entonces siempre llevo gafas, y me las quito poco a poco para que mis ojos se vayan acostumbrando al sol, poder mirarlo cara a cara y caminar libremente por sus claros caminos.

Lo irreal y lo real se mezclan, haciendo una gran masa, difícil de separar por las manos del sabio y del loco. 

Seguí caminando buscando la vida, por esos caminos de Dios, de aquí para allá, a tientas, sin saber a dónde dirigir mis pasos, buscando vivencias, sentimientos perdidos, emociones...; caminaba ilusionado porque me sentía vivo, tratando de desenmarañar el misterio de la existencia; buscando maestros ocultos, escondidos vigilantes de nuestros pensamientos, guías de nuestros complicados caminos, apartados de la bruma cotidiana.
Soñaba con el amanecer de mis sueños, con el despertar de mis ilusiones, con la realidad oculta detrás de todas las cosas; deseaba encontrar esa realidad a toda costa, sabiendo que tendría que cruzar los senderos de la locura, el desierto de la soledad, el túnel del dolor.

“Acuéstate sobre el amor,
deja que él te lleve y no hagas nada,
súbete sobre sus lomos
y verás aparecer flores a su paso,
verás creados firmamentos tras su estela,
acuéstate y no hagas nada,
y descansarás plácidamente,
sonriendo de paz y armonía;
ten fuerza, olvídate de ti y que el actúe".

Esta voz venía imperiosa a mis oídos desde los confines de la creación, venía armada de poder para demostrarme que era cierto; nada tenía que decir ante esto, pues las palabras eran obras, y me sentía débil, solo por tiempos lo conseguía, alegrándome como un niño cuando da sus primeros pasos. Pero rápido me caía en el mundo de las sombras, mis cadenas tiraban hacia abajo, y yo luchaba intentando romperlas, pero inútilmente, pues eran fuertes aparentemente; solo la fuerza de la fe, y de la entrega total, sin miedo a lo que viniere, las rompían; y cuando esto ocurría, me sentía libre, ligero para volar donde el viento me llevara, para mostrarme lo nuevo a mis ojos.
Las cosas se transformaban por sí mismas al paso del amor; lo oscuro se volvía claro, lo pesado ligero, y yo sonreía mientras el amor me acariciaba y se complacía en mostrarme las maravillas de su reino. 

Por los jardines del reino bendecido paseaba, cuando vi al poeta entonando cánticos a la noche:
“Noche perfumada con fragancia de plenitud,
creadora de sueños de pacifica libertad,
sin límites ni fronteras que no se derrumben 
al paso del amor, que se abre y extiende
hasta los confines del universo,
vibrando como música celeste,
dulce a todos los oídos...
Mágica noche,
sencilla más que la sencillez,
que abriste mi corazón
para que se postrara ante el trono de la belleza,
que le hiciste volar por lo que es nuestro,
por lo que fue creado para nosotros,
qué pena que no apreciemos lo que tenemos,
pues todo es nuestro“.
Me acerqué y le saludé, y vi multitud de pájaros escucharle, mientras les decía:
“En la unión con la vida, la vida me entrega a todos, porque a todos pertenezco como a todos pertenece ella. 
No tengo nada que ofreceros pues todo es vuestro“. 
Me miró sonriendo y dijo:
“Allí, donde las estrellas brillan con vivos colores,
danzando al son de la música celeste,
donde la providencia juega con los pasos del destino,
donde los niños son maestros de la ciencia divina,
donde el tiempo se detiene para escucharnos,
donde los pájaros susurran al oído mensajes del creador/a,
donde las palabras se reflejan en el fondo del silencio,
donde el misterio es natural y lo natural misterio,
donde la paz descansa sobre el corazón de la vida...
Allí tenemos una cita, hermano“.
Y así fue como amé al poeta que todos llevamos dentro...

Creo en ti bella estrella,
que me alumbraste cuando la noche caía sobre mí,
que me enseñaste un extenso camino a seguir,
entre la multitud de mis dudas,
y me dijiste: “Ándalo si puedes“,
con voz desafiante.
Creo en ti hermosa estrella,
no dejes de brillar pues moriría...

Seguí caminando por mundos inexistentes, con mi locura a cuestas, hacia el corazón del monte santo, nadie a la vista, majestuosa la nada ante mí.

Llévame poderoso viento donde nadie me encuentre,
reúneme con los exiliados de la cordura,
con los pasajeros del tiempo,
fugitivos de la angustia opresora,
refugiados en los olorosos álamos,
invisibles para el ojo esclavo,
y apartados de un mundo
que nada tenía que ver con sus sueños.
Así era mi sentir cuando vi a aquel hombre de aura misteriosa a lo lejos, pero cuando me acerque ya no estaba, y grite:
"Caminante que pasas por el mundo sin apenas tocarlo,
como volando pasas,
silencioso y sonriente,
ignorado como si no existieras;
tú que enseñas sin ser visto,
que ayudas sin que nadie sepa quien ha sido,
y cuando alguien nota tu presencia,
y fija en ti su mirada,
desapareces como una estrella fugaz,
que apenas si la vemos.
El amor que está detrás de todas las cosas,
es el que guía tus pasos,
y son tan grandes tus huellas,
que no se ven si no miramos desde arriba,
desde muy arriba hay que mirar
para verlas con claridad".

Cuando terminé de hablar, un suave viento susurró a mis oídos, palabras incomprensibles sobre ese hombre, y me fui diciendo:
“Se fue,
todos vieron cómo se iba,
se marchó y nadie supo a donde,
nadie le volvió a ver,
¿Qué estrella le guiaría?
¿Qué rayo misterioso tocaría su frente ?
¿Qué fuerza oculta le apartaría de los hombres?
Se fue y no le volvieron a ver.

Algunos dicen que vieron su fantasma
vagando por las calles,
otros que camina por las montañas,
o que se había refugiado para adorar a Dios,
otros decían que en el desierto tenía su morada.
Pero tú, espíritu del profeta,
sabes dónde está,
y también sabes que vaga por las calles,
camina por las montañas,
adora a Dios y mora en el desierto".

Muchas cosas ocurrieron caminando por el tiempo,
pero pasó... Pasó todo... Silencio... Solo silencio...

Mundo que te muestras tras las puertas de la soledad profunda, 
grandiosas dimensiones que sonríen con el no-ser, siendo, 
con la sonrisa amplia y complaciente del no-saber, sabiendo;
inmensos caminos, limitados por las pequeñas fronteras que los siglos han hecho grandes, tras la sombra de la ignorancia del espíritu, de la debilidad del alma.
Crepúsculo de la experiencia, poderío de la gran calma,
la mente no te comprende, porque la mente es limitada e inquieta.
Poderoso vendaval que levantas el espíritu a regiones insospechadas, inspirador de poetas, iluminador de santos, tu eres el padre-madre de la vida.

“Vida” ¡Que bella palabra!
pero no vida, así, a secas, sino “Vida", 
sintiendo como corre por todo nuestro ser,
viendo cómo se desliza como el agua pura entre las rocas,
haciendo música celestial.
¡Majestuosa! en su sencillez y naturalidad.
“Vida”, en la paz de una puesta de sol,
vista desde lo más profundo y sencillo de tu alma.
“Vida”, en el volar del espíritu a las maravillas del amor puro, sin intereses, 
vacío de todo, pero lleno de sí mismo.
“Vida”, que vas más allá de la muerte y la arrasas, convirtiéndola en ti misma.

Te encontraron los que vencieron las pruebas que tú les pusiste y se gozaron de ti, les diste descanso, les diste Paz.