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miércoles, 7 de noviembre de 2018

Pesadilla de mi locura (surrealista)




Va uno surrealista oscuro...

En los lugares más oscuros de la sombra 
del universo, donde solo un silencio aciago
cubre cada partícula, donde no se nombra
lo bello, o lo sagrado, habita un viejo mago

en un castillo bruno de aspecto tenebroso.
En sus profundidades vive un feroz dragón
que atormenta los sueños; con aspecto horroroso,
intenta que las mentes no encuentren la razón.

El mago abre las puertas de los mundos oníricos
y el dragón obedece a sus negras intenciones...
Ya se oyen los bramidos con sus terrores líricos,
me vienen a buscar desde otras dimensiones...

Vuela por la conciencia siguiendo a mi cordura,
la quiere devorar con sus fauces de pánico,
me crea pesadillas que rozan la locura
con su aliento fatal y su hielo satánico.

Un sudor frío corre con pavor por mi faz,
y me crujen los miembros y rechinan mis dientes,
renacen viejos miedos que se llevan mi paz
a gélidos infiernos de perdidos dementes.

Me despierto en la cama de un hospital, atado, 
rodeado de psiquiatras que vigilan mi estado.

martes, 27 de enero de 2015

El jardín de las luciernagas




Todo es luminoso en el jardín de las luciérnagas, flores fluorescentes, con destellos multicolores, titilan orgullosas cuando la brisa las mueve en los prados del anhelo. 
Lámparas de la noche, iluminan junto a la luna los senderos de los sueños y traspasan el umbral de las metáforas, a través de un diafragma onírico de sentimientos.
Miran los ojos transformados en pupilas que contienen universos centelleantes, sorprendidos y extasiados en cada mirada, en cada paso del momento, sumergidos en la eternidad del instante.
El presente se agiganta y contiene todo el tiempo de los relojes, todo gira en torno a él a una velocidad tan rápida, que apenas parece moverse.
Y vuela, vuela la sutil esencia que se desprende en cada latir, en cada inspiración y espiración se funde con el perfume de la vida, que se alimenta de aromas y experiencias.
Todo es maravilloso, todo es milagro en el jardín de las luciérnagas, la magia como polen fecunda las neuronas de estrellas y galaxias, pariendo luego la imaginación y la creatividad del fuego sagrado, que hace que todo sea posible.
Ya no hay marcha atrás, nunca hubo principio y no hay final, los senderos se bifurcan y expanden en todas direcciones, el centro está en todos los sitios, y la nada contiene al infinito. 
En el jardín de las luciérnagas todo forma parte de todo y solo existe el número uno, que por mucho que se divida tiende a multiplicarse para volver hacia sí mismo, pues la unión siempre estuvo.
Y en medio del jardín un palacio de cristal transparente, donde los destellos del prisma bailan con las notas musicales, en la armónica alegría de los arcos iris, que son puentes entre mundos, que son brazos que se abrazan, que son manos que se estrechan. Y dentro del palacio una luz, que deslumbra con suavidad e irradia energía vital, y en cada inhalación te renueva.
Todo es luminoso en el jardín de las luciérnagas, el amor ilumina sus ojos y ellas no son ciegas, la música acaricia sus oídos y estos no son sordos…