y
en mi mente se olvida la certeza,
la
certeza perdida en la tristeza,
tristeza
que atenaza mi presente.
Me
dejaré llevar por la corriente
en
busca de un remanso de franqueza,
donde
pueda agarrarme con firmeza
y
así poder llegar a lo evidente.
A
veces yo naufrago con la fe
y
nado sobre un mar de incertidumbre,
voy
sin rumbo, ni guía, ni timón.
A
veces no vislumbro ni un porqué,
ni
una luz en la niebla que le alumbre
el
camino al perdido corazón.
No hay comentarios:
Publicar un comentario