Mirar, tocar, acariciar su pena;
entrar dentro, en su llanto, cuando llora;
sentir, con actitud consoladora,
cada íntima emoción de forma plena.
Ponerse en otra piel, en piel ajena;
cuando el dolor le aflige y le devora,
prestarle hombro, codo, sanadora
mano, con intención sincera y buena.
Contacto humano, sensibilidad,
cariño, atención, cálida mirada...;
su don le hará sentir tu cercanía.
Lo mismo que el amor, la caridad,
la solidaridad más elevada…,
sublime es el sentir de la empatía.
No hay comentarios:
Publicar un comentario