Escrita en una pared
la vieja historia de antaño,
la historia se contó ayer,
no escrita por el humano.
“Erase una vez
en yo no sé qué año,
nació una hermosa mujer
en el fondo del océano,
tenía cola de pez
cuidada como oro en paño.
Ella cantaba a la luna
cuando nadie la miraba,
cantaba como ninguna
y al poeta fascinaba.
Él escuchaba callado
en la orilla de la playa,
escuchaba embelesado
y a la vez se enamoraba.
Mientras el cielo estrellado
ésto todo contemplaba,
escribiendo en un cometa
de aquella noche serena,
el nombre de la sirena
con el nombre del poeta,
junto a la historia completa
de aquella mujer morena.
Y la lunita coqueta
en su espejo-mar miraba,
mientras tanto que el cometa
en la pared se incrustaba”.
Escrita en una pared
la vieja historia de antaño,
la historia se contó ayer,
no escrita por el humano.
Erase una vez
en yo no sé qué año...
la vieja historia de antaño,
la historia se contó ayer,
no escrita por el humano.
“Erase una vez
en yo no sé qué año,
nació una hermosa mujer
en el fondo del océano,
tenía cola de pez
cuidada como oro en paño.
Ella cantaba a la luna
cuando nadie la miraba,
cantaba como ninguna
y al poeta fascinaba.
Él escuchaba callado
en la orilla de la playa,
escuchaba embelesado
y a la vez se enamoraba.
Mientras el cielo estrellado
ésto todo contemplaba,
escribiendo en un cometa
de aquella noche serena,
el nombre de la sirena
con el nombre del poeta,
junto a la historia completa
de aquella mujer morena.
Y la lunita coqueta
en su espejo-mar miraba,
mientras tanto que el cometa
en la pared se incrustaba”.
Escrita en una pared
la vieja historia de antaño,
la historia se contó ayer,
no escrita por el humano.
Erase una vez
en yo no sé qué año...
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