La dama sosteniendo está un espejo,
le muestra al unicornio su figura,
diciendo que contemple su hermosura
y escuche silencioso su reflejo.
-Y sabes que el amor se vuelve viejo,
que te amo con pasión y con bravura,
con todo mi cariño, con ternura.
¡Tus besos, lo mejor del vino añejo!
-¡Amores imposibles y prohibidos!
Por mucho que rechace sus sabores,
se encienden con su fuego mis sentidos.
-Vivamos y soñemos con las flores,
jamás caminaremos comprendidos.
Amantes en tapices de colores…
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