Observo con mis ojos las estrellas
sobre el cielo girando en espiral,
la luna tiene un hálito especial,
y lejos las montañas se alzan bellas.
El añil de las sombras es intenso,
los recuerdos se mezclan con la brisa,
en mi alma este silencio se oye inmenso,
delirios de mi mente que improvisa.
Por la noche alucino con colores,
se mete en mi cabeza la locura,
sube al cielo un ciprés en la pintura,
hay luces en el pueblo y resplandores.
Aquí no hay girasoles, ni otras flores,
aquí brilla la noche, siendo oscura.
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