¡El Olimpo se ensaña con el hombre!
¡Pareciera que está encolerizado!
Prometeo, Titán encadenado,
reputado al robar, mas de renombre.
A cadenas me ataron, aunque asombre,
enrocado, y el águila a mi lado,
prisionero, del Zeus malhumorado,
que maldijo mi espíritu y mi nombre.
Del Olimpo robé el valioso fuego,
me castigan el hurto, no hay piedad,
mis entrañas devoran en el juego,
por querer calentar la humanidad.
Invocando a los cielos yo reniego,
los humanos acogen mi verdad.
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