El día con la noche van en continua guerra,
cual jaguar y serpiente que uno al otro devora,
cual la muerte y la vida, donde el circulo cierra.
Eterno movimiento desde un constante ahora.
Asoman los primeros rayos, llega la aurora
alejando las sombras que cubrían la tierra,
la noche ha sido larga, con su mudez sonora,
llega el señor del alba, que oscuridad destierra.
El sol llega al ocaso detrás del horizonte
con hermosos colores cobrizos y ambarinos,
se aleja muy despacio tras el lejano monte.
Corriendo van tras él luceros vespertinos,
y vemos que la luna de tonos blanquecinos
y una estrella fugaz navegan al transmonte.
cual jaguar y serpiente que uno al otro devora,
cual la muerte y la vida, donde el circulo cierra.
Eterno movimiento desde un constante ahora.
Asoman los primeros rayos, llega la aurora
alejando las sombras que cubrían la tierra,
la noche ha sido larga, con su mudez sonora,
llega el señor del alba, que oscuridad destierra.
El sol llega al ocaso detrás del horizonte
con hermosos colores cobrizos y ambarinos,
se aleja muy despacio tras el lejano monte.
Corriendo van tras él luceros vespertinos,
y vemos que la luna de tonos blanquecinos
y una estrella fugaz navegan al transmonte.
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