Soy rastreador de sueños.
Los busco, sigo sus pistas,
los acecho y persigo,
y cuando los toco se esfuman,
se transmutan en humo.
Ahora los rondo, los admiro,
los amo y juego con ellos,
pero no los toco.
Los sigo a escondidas,
y cuando se paran,
me embeleso.
A veces me hacen un guiño,
y yo como un niño
me admiro de todo eso.
Soy rastreador de sueños,
y mi profesión ejerzo,
pero hay un sueño, hay uno,
en el que tengo mis empeños,
desde el principio,
desde el comienzo,
desde que siento;
a él persigo, a él rastreo,
y cuando lo pille,
no lo suelto.....