Un gato vio a un zorro
y a un árbol se subió,
al ver lejos su morro
seguro se sintió.
El zorro que era astuto
y mucha hambre tenía,
en menos de un minuto
a girar se ponía.
Un giro y otro más,
al árbol vueltas daba.
-Hoy no me cazarás
el gato le gritaba.
Seguro se sentía
arriba donde estaba,
y su ojo lo seguía
en las vueltas que daba.
Tantas vueltas que dio
el zorro con tesón,
que al gato mareó
y al caer lo comió.
Moraleja:
Del zorro no te fíes
ni de veras ni en broma,
puede que mientras ríes
el zorro a ti te coma.
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