Cierto día se encontraron
la comedia y la tragedia,
dieron juntas un paseo
por las calles de Venecia.
Después de charlar un rato
sobre el pueblo y la nobleza,
decidieron por consenso
el cambiar sus experiencias.
Las dos cambiaron sus máscaras
y se fueron a la feria.
Se disfrazaban los nobles,
la plebe estaba contenta,
embriaguez y frenesí
bailaban con la comedia,
sin saber que tras la máscara
la tragedia trae miseria.
En este gran carnaval
va el noble con la plebeya,
la meretriz con el cura,
el mendigo con la reina,
y se montan una orgía
en una vieja taberna.
Por detrás del antifaz
se esconde la mala idea,
se ocultan oscuros planes,
tras una sonrisa abierta.
El pobre amor inocente
va desnudo y sin careta.
Siniestra, la muerte ríe,
Lucifer está de fiesta.
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