los dos lados
He visto a los hombres suspirar y clamar en lo hondo de sus corazones, cargados de tristeza, aunque riendo a carcajadas, que aumentaban más su dolor. Caminaban cansados de sí mismos, porque llevaban demasiado, les pesaban mucho sus máscaras y costumbres; y he llorado en silencio por nuestra ruina y oscuridad...
Pero en nosotros brilla una poderosa luz, que nos librará de nuestras cadenas y seremos felices.
He visto la vida y la he amado, y la he glorificado por tanta grandeza; he visto mi pequeñez y he amado la humildad, y he comprendido que la humildad era grandeza.
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