Somos hijos del ayer
y los padres del mañana,
el tiempo nos acompaña
hacia un nuevo amanecer.
De la tierra pasajeros,
aprendices de la vida,
también somos los obreros
de la tierra prometida.
Somos hombres y mujeres,
que fueron niños y niñas,
no nos perdamos en riñas
ni otros muchos menesteres.
Sembremos, en el presente,
semillas de amor preñadas,
sembremos, entre la gente,
mil caricias delicadas.
2 comentarios:
Así debería ser el mundo,deberíamos emplear todas las energías en sembrar amor para que las futuras generaciones recojan esos frutos y no otros.
Saludos Carlos
Así debería ser, Joaquín, sembremos todo lo bueno que podamos, el amor es siempre positivo, para el presente y para el futuro; aunque hoy por hoy, tristemente, crezcan más otras semillas.
Gracias.
Saludos.
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