Hay manjares excelentes
que tienen muy buena pinta,
mas, al verlos en el plato,
son minúsculos, dan risa,
eso sí, bien exhibidos,
alegrándote la vista;
se muestran con elegancia,
pero ¡menuda ironía!
Cuando tengo que elegir,
no pienso en fina comida,
ni refinados menús
en distinguida vajilla.
Prefiero los pescaditos,
los espetos de sardinas
clavados cerca del fuego;
acompañando unas migas
con la brisa de la playa,
que siempre saben más ricas;
un buen vino y un café,
esto si es una delicia.
6 comentarios:
Es cierto, esos si son deliciosos manjares cerquita de la playa con la complicidad del mar.
Besos.
Pues sí, y si es en compañía de amigos, ya ni te digo! (: Gracias, María Dorada
Besos.
Ummmm, Carlos, me has traido recuerdos con estos manjares, y lo mejor es que los voy a repetir si Dios quiere.
Feliz domingo amigo.
Un beso
Hola, Carmen.
La verdad, hace tiempo que no los como, pero repetiré, seguro, pues me encantan; y si puede ser en la playa, mejor...
Feliz domingo, amiga.
Un beso.
Jaja, que bien te ha quedado este poema amigo. No hay nada mejor que disfrutar con sencillez lo que nos gusta, cien por ciento contigo. Lo he disfrutado mucho. Un abrazo.
Gracias, Nancy. Me alegra que te haya gustado. Desde luego que sí, nada como disfrutar con sencillez lo que nos gusta!! (: (:
Un abrazo.
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