Después de la saturación de los sentidos
y la aceleración del movimiento,
de la rapidez de los pasos, que marchan agresivos;
después de la aglomeración,
del ruido..., vuelvo al silencio...
Después del ajetreo y del bullicio de las calles,
después del estruendo de los pensamientos
y la velocidad de los actos,
vuelvo al silencio...
Vuelvo a la calma...
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