Caminé por mundos inexistentes
con mi locura a cuestas,
hacia el corazón del monte santo.
Nadie a la vista.
Majestuosa la nada ante mí.
Llévame poderoso viento donde nadie me encuentre,
reúneme con los exiliados de la cordura
con los pasajeros del tiempo,
fugitivos de la angustia opresora,
refugiados en los olorosos álamos,
invisibles para el ojo esclavo,
y apartados de un mundo
que nada tenía que ver con sus sueños.
con mi locura a cuestas,
hacia el corazón del monte santo.
Nadie a la vista.
Majestuosa la nada ante mí.
Llévame poderoso viento donde nadie me encuentre,
reúneme con los exiliados de la cordura
con los pasajeros del tiempo,
fugitivos de la angustia opresora,
refugiados en los olorosos álamos,
invisibles para el ojo esclavo,
y apartados de un mundo
que nada tenía que ver con sus sueños.
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