
Temblad multinacionales
y banqueros, mercaderes...,
con mi látigo he venido
a destrozar vuestros bienes.
Con todos vuestros negocios
os enriquecéis con creces,
contaminando la tierra
por avaros intereses.
Controláis a los gobiernos
que controlan nuestras mentes;
más fuertes que el Vaticano,
sois más fuertes que los reyes.
Con deseos encadenáis,
con monedas y billetes;
de mis hermanos y hermanas
os creéis que sois los jefes.
Vengo con mi santa furia
a destruir vuestros ejes,
porque bajo vuestro yugo
la libertad se nos pierde.