lunes, 11 de junio de 2018

Aquel beso bajo el paraguas añil



La imagen puede contener: una o varias personas, personas de pie, personas caminando, cielo, crepúsculo y exterior

Llora el cielo contento
lágrimas dulces, tiernas, juveniles;
gotas con sentimiento
que, cual correveidiles,
me traen de tu paraguas los añiles... 

Te recuerdo llegar 
bajo la lluvia cálida de abril,
y torpe llegué a dar,
delicado y gentil,
un beso a tu sonrisa de marfil.

Caían dulces aguas
cuando ibas agarrada a mi cintura
bajo el viejo paraguas;
y el beso, por ventura,
las vestía de encanto y de hermosura.

domingo, 10 de junio de 2018

CADENA DE ESPERANZA




0
.
.
Cómo cambia el paisaje de la arena
sin apenas sentirlo la mañana,
los surcos horadados por la pena
habrá quien, sin notarlo, los allana.
.
Con tan sólo un minúsculo detalle,
una simple palabra generosa,
una breve sonrisa en plena calle,
se puede transformar la espina en rosa.
.
Podríamos, quizás, en nuestro empeño,
a aquellos que reniegan de sus vidas,
borrar las cicatrices de su sueño,
limpiando con ternura sus heridas.
.
El destino del mundo no está escrito,
el poder del amor es infinito.
.
Mar Garcia
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I
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Cómo cambia el paisaje de la arena
cuando lloro sobre ella mi presente,
arrastrando ese mal que me enajena
y perturba los sueños de mi mente.
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Oculto en la rutina mi pasado
con todos sus matices dolorosos,
escenas que jamás he revelado,
pasajes, de mi historia, tenebrosos.
.
El pago de un favor que prometí
desvela mis deseos interiores,
mi calma se convierte en frenesí
y entramos en un mundo de colores.
.
Hay un sueño pintado en mi ventana
sin apenas sentirlo la mañana.
.
Tere Bas
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II
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Sin apenas sentirlo la mañana,
se descubre el azul del horizonte,
como se abre en la tierra la besana
para hacer que la espiga se remonte.
.
Un hálito de luz le da su aliento
a este ser que camina desvalido;
porque puede el amor, en su tormento,
rescatarlo del pozo del olvido.
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Pero, a veces, el fruto se resiste,
negándose a nacer a un nuevo día;
y la ayuda que, tierna, le ofreciste
se muere deshojada en la utopía…
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Ya sangran por las ramas de su vena
los surcos horadados por la pena.
.
Carmen Aguirre
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III
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Los surcos horadados por la pena
son signos de una vida entre dolores,
que nunca ha de vivirse toda plena,
carente de cariños redentores.
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Tan solo quien se mueve a compasión
podrá sembrar en árido sonrisas,
porque el amor aporta solución
que no puede comprarse con divisas.
.
El amor solidario siempre ve
una nueva ilusión en cada rostro.
¡Es esta la deidad ante la que,
doblando las rodillas, yo me postro!
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¡Los montes que oscurecen a la diana,
habrá quien, sin notarlo, los allana!
.
Luis Salvador Trinidad
.
IV
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Habrá quien, sin notarlo, los allana
si habita en un jardín de las delicias
al borde de una luz bella y temprana
legando al corazón tiernas caricias.
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Sin género de dudas, sin membrete,
un ser de luminosa trascendencia,
de un albo resplandor será juguete,
reflejo de una humilde transparencia.
.
Humano, al fin, cosecha de este rancho
que es tierra de dolor y ambigüedad,
la fría incorrección de un mundo ancho,
traspaso de ambiciosa soledad.
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Habrá quien vire el rumbo y no desmaye
con tan sólo un minúsculo detalle.
.
Enrique Sabaté
.
V
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Con tan sólo un minúsculo detalle,
se siembra la empatía en la conciencia,
no habrá mendicidad en nuestro valle
si deja de mandar la indiferencia.
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Los músculos que tensan a los dedos
alivian el estrés que da la usura,
droga medicinal a rancios credos
que la inhumanidad mezquina cura.
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La empatía es la flor menoscabada 
que enmienda las roturas del zurcido,
la esperanza en la voz desesperada
de quien no quiso darse por vencido.
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¡Suele polinizar la mariposa
una simple palabra generosa!
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Fabio Jair Avellaneda
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VI
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Una simple palabra generosa
puede darle confianza al corazón,
regresarlo a la estancia luminosa
donde brota la esencia del perdón.
.
La nobleza es un verbo difundido
que vive entre los actos y perdura,
semilla que al brotar y haber crecido
exhala su fragancia de ventura.
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Y cuando esté más cerca la partida
solo el amor será nuestro legado
en su beldad; temática esculpida
en férreas cadenas de acabado
.
exquisito. Vendrá en su justo talle
una breve sonrisa en plena calle.
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Teresa Amado Nervo
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VII
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Una breve sonrisa en plena calle,
cual ofrenda de afecto curativo,
será como un regalo a quien lo halle,
un milagro de amor, un incentivo.
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Como si resurgiera del pesar
una luz de esperanza y alegría,
igual que la tormenta sobre el mar
se amaina con el sol del mediodía.
.
No dejes tu piedad indiferente,
siente idéntico el frío de su piel,
su avidez necesita de tu fuente
y su acerba tristeza, de tu miel.

Que al toque de una mano bondadosa
se puede transformar la espina en rosa.
.
Claudia Beatriz
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VIII
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Se puede transformar la espina en rosa,
convertir en vergel el yermo páramo,
que este mundo de faz indecorosa
se inunde de un crucial y probo guáramo.
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Rindamos nuestros egos a la causa
de hacer de la sonrisa un dulce oficio
que le dé al sufrimiento eterna pausa
y mitigue la angustia en el suplicio.
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Cual rara avis puntual -por errabundo-
quizá me he entregado en demasía
esperando tan sólo ser fecundo
do no suena epinicio todavía.
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Lograr que mi pesar torne en risueño,
podríamos, quizás, en nuestro empeño.
.
Francisco Martin
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IX
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Podríamos, quizás, en nuestro empeño,
revivir el placer de la bondad
y hacer de la tristeza un mar de ensueño.
Podríamos querernos de verdad.
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Sentir que estar de paso vale un mundo
y el mundo se hace fuerte a nuestro paso.
Quemar con nuestro aliento más profundo
las hierbas del rencor y del fracaso.
.
Podríamos mirar más a los ojos
de aquellos que están ciegos de impotencia,
ser fuente de ternura, y no de antojos
que empañan la esperanza y la inocencia.
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Curemos con el alma las heridas
a aquellos que reniegan de sus vidas. 
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Ana Maria Valladolid Juárez
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X
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Aquellos que reniegan de sus vidas
hoy deben de saber que otros desean
meterse en sus sandalias abatidas,
pues descalzos, malviven y pelean.
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Hay muchos que reniegan de sus muertes
y buscan donde sea venturanza,
esperan de tus manos nuevas suertes
que injerten en sus almas la templanza.
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Con creces lo que otorgues será dado,
tu siembra servirá como camino,
y tu favor será siempre pagado
en otros, aliviando su destino.
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Hará que del futuro sea dueño,
borrar las cicatrices de su sueño
.
Carlos Corredor Camara.
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XI
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Borrar las cicatrices de su sueño
al dar a los demás nueva confianza,
cambiemos la actitud y su diseño,
dejando en equilibrio la balanza.
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Con pequeñas acciones de cariño,
el más frío y severo corazón
podría transformarse en el de un niño,
poniendo nuestro empeño e intención.
.
Con una gran cadena de favores,
ayudando tal cual nos ayudaron,
es posible llegar a ser mejores,
retornando el favor que nos donaron.
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Podríanse curar causas perdidas,
limpiando con ternura sus heridas.
.
Carlos Elpoetaartesano
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XII
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Limpiando con ternura sus heridas,
mi propia llaga estoy cauterizando.
Si al náufrago le das tu salvavidas,
del naufragio tu alma estás salvando.
.
Lo mismo capitán que polizonte
vagamos por un mar de espumas grises,
huyendo de las redes de Caronte,
en busca de la Ítaca de Ulises.
.
Cual Sísifos cargando con su cruz
deambulamos huérfanos de amor,
y hallamos el camino de la luz
al sentir de otras manos el calor.
.
La destrucción del orbe es solo un mito.
El destino del mundo no está escrito.
.
Azarías DLeyre
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XIII
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El destino del mundo no está escrito,
despreciemos del mal su amarga prosa,
al instante del hálito contrito,
respondamos con mística amorosa.
.
Nuestra esencia se torna conmovida,
nuestra mano, fecunda en la ternura,
siempre atenta, benigna y extendida
en su más indulgente envergadura.
.
Como niños juguemos con lozanos
intereses sin viles intenciones,
hallemos en la voz de esos hermanos
el eco de sus tristes oraciones.
.
Todo cuanto se da vuelve bendito,
el poder del amor es infinito.
.
Mardy Mesén R
.
XIV
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El poder del amor es infinito;
pero cuídalo bien, porque ya sabes
que es frágil, delicado y exquisito
como el vuelo elegante de las aves.
.
No permitas que el híspido veneno,
que nutre el interior de los humanos,
le robe a tu razón lo más sereno
y emponzoñe las palmas de tus manos
.
Aférrate a ese poso de esperanza
que llena nuestras vidas de quietud,
no sean tus recuerdos la añoranza
de aquello que negó tu juventud.
.
Y mude tu eslabón esta cadena,
como cambia el paisaje de la arena.
.

viernes, 8 de junio de 2018

Felicidad





En el rastreo del placer y cuanto
de su virtud satisfactoria encuentro,
muy a menudo me extravío y entro
en el vacío, en el dolor y el llanto...

El bienestar que perseguimos tanto,
lo encontraremos rebuscando dentro
del sentimiento original, del centro
de la consciencia, de su dulce encanto.

La satisfacción en pequeñas cosas
que nos pudiera regalar la vida,
nos asegura la alegría sana.

En ocasiones nos regala rosas,
la generosa realidad florida,

miércoles, 6 de junio de 2018

Los perros también ríen




Dijo un perro a otros perros:
-Dejemos de gruñir a cada instante,
no seamos gamberros,
sí de cortés talante,
podemos sonreír al semejante.

-Movamos nuestros rabos, 
hermanos, que la vida son dos días,
es mejor que ser bravos
con facciones sombrías;
mostremos todos nuestras alegrías.

Pero el perro de Roque,
muy triste porque rabo ya no tiene,
lo ve desde otro enfoque
y a los demás previene:
-la risa de verdad de dentro viene.

sábado, 2 de junio de 2018

Mujer


Me resulta difícil tratar de descifrar
el misterio que esconde la oscuridad del seno;
matriz donde la vida se consiguió engendrar, 
útero de emociones, vacío que está lleno. 
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Cobijo donde el hijo se puede refugiar
cuando se siente solo, su cariño es del bueno; 
las amargas fatigas del diario caminar 
equilibra su don con un toque sereno...
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Es amante y amiga, sutil inteligencia,
fragancia de lo bello de la epopeya humana
que queda entre sus versos cual huella de su esencia.
Es la niña inocente, también la sabia anciana.
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Es la magia del mundo pintada en la memoria;
es, la mujer, el pulso de nuestra viva historia.

viernes, 1 de junio de 2018

jueves, 31 de mayo de 2018

Paradoja de la soledad


La imagen puede contener: pájaro, exterior y texto

Todo está vivo, todo me acompaña,
aunque a veces la mente no lo vea
y se sienta incomunicada y sola,
entre una multitud de soledades.

Es una sensación, como un sentir
íntimo de aislamiento y de retiro,
de estar en un desierto de silencios,
que a veces son susurros, mas sin voces .

Pero la vida versa y canta a coro,
todo está conectado y sutilmente
intercomunicado, en relación...

A pesar de ser parte del conjunto,
puedo sentirme solo en sociedad,
y en soledad estar acompañado.

¿Serán versos vacíos?





Las arcas de mi verso están vacías
de tanto despilfarro de emociones,
no suenan en las rimas las canciones
que animaban alegres poesías.

Ya no escucho las viejas melodías,
solo tengo plegarias y oraciones,
he perdido las causas y razones
que movían las esperanzas mías.

¿Será que mis palabras solo expresan
fonemas sin ningún significado?
¿Será que el sentimiento se ha fugado?

Mi vida se contempla en el espejo
con mirada poética, atraviesan
mis ojos el cristal con su reflejo.

miércoles, 30 de mayo de 2018

Verdad y mentira




Pareciera que el mundo va al revés,
pues triunfan la mentira y el engaño;
se burla la verdad y la nobleza
con la hipócrita risa de lo falso.
Se impone la falacia descarada,
se vende la justicia por tres cuartos;
prospera el "honorable fariseo"
subiendo con su embuste a lo más alto.
Yo sé que la franqueza es vulnerable,
su paso entre escorpiones va descalzo;
que el zorro mentiroso, muy astuto,
la puede lastimar con sus agravios;
que vestidos de ovejas van los lobos
que luego te devoran con sus actos;
mas cuando brilla el sol de la certeza,
se va lejos, cual fiera, lo infundado;
no hay cuento que camufle lo evidente,
ni sombra que oscurezca lo obvio y claro.

martes, 29 de mayo de 2018

Un paseo por la sierra



A veces paseo la sierra tupida,
voy campo a través, bajo un gran aflujo
de pinos y robles, entre el canto brujo
de aves y el olor a tierra vivida.

Allá donde miro veo pura vida
y siento que soy parte de su flujo;
inhalo aire limpio, un barato lujo,
en tanto que mi alma ríe en paz sumida.

Es todo tan simple yendo paso a paso,
sin pensar en nada, por la vasta senda
donde no hay camino, tan solo el ahora.

Subo a un alto cerro a ver el ocaso,
sin nada en la mente, sin nada en la agenda,
ebrio de la calma, de su voz sonora.

miércoles, 23 de mayo de 2018

A las puertas de la poesía y la mística (En el atrio del templo)



En un día de los más remotos siglos, me puse a caminar con pasos esquizofrénicos, sin parar, hacia ningún sitio.
Caminé por el cielo, también por el infierno de mis sueños. Dadme la verdad, pedía, dadme la verdad que todos poseéis, que vengo de muy lejos, más allá del absurdo, más allá de los pilares del mundo, dadme la sabiduría que todos poseéis, que no sé dónde voy; y un niño me ofreció un beso y una sonrisa, un beso pequeño como sus labios y grande como su inocencia, y una sonrisa limpia como el rocío y sana como la alborada.

Luego vi a un delincuente común, de la casta de los parias y marginados, salido de chabolas y suburbios, que me robó un poco de mi amor y lo metió en una caja en la que escondía más cariño, guardándola para que no se la viera nadie, mientras sonreía en su ensimismamiento.
También vi hombres pequeños, enanos de corazón, someter a multitudes que pedían pan, mientras ellos nadaban en la abundancia.
Y una prole de hombres de buena posición, honrados por lo brillantes y limpias que estaban sus máscaras, que ataban y esparcían cadenas de maldición social sobre pecadores y vividores.
Vi muchas clases de personalidad y etiqueta; cerré los ojos pensando donde me encontraba yo, en fin, pensando sobre todo y, cuando los abrí, vi al hombre; volví a cerrarlos y, cuando los volví a abrir, ya no vi nada...

Seguí caminando por caminos ocultos, buscando una sombra donde cobijarme, pero no vi otra sombra que la mía, mi sombra era grande, pero no podía refugiarme en ella, porque siempre estaba delante o al lado o detrás; luché desesperadamente por taparme con ella, sin conseguir nada y, cuando caí exhausto de calor y agotamiento, la noche cubrió la tierra; un refrigerio recorrió mi cuerpo y mi alma, y amé la noche.

Mágica era la noche y las estrellas hermosas y, cuando más metido estaba en el éxtasis, apareció un fantasma que me hizo estremecer, era el frío que calaba mis huesos, y mi cuerpo tiritaba de frío, y mi alma luchaba con mi cuerpo; pero en esta lucha salió el sol, llenándome de bienestar, y amé al sol, y comprendí el equilibrio existente entre la noche y el día de mis esperanzas.

Las esperanzas eran buenas y los caminos oscuros, cuando caminaba desnudo ante el sol, ¿cómo puede ser esto? me pregunté; así fue como descubrí que llevaba gafas de ciego; me las quité y el sol cegó mis ojos, pues estaban acostumbrados a la oscuridad; desde entonces siempre llevo gafas, y me las quito poco a poco para que mis ojos se vayan acostumbrando al sol, poder mirarlo cara a cara y caminar libremente por sus claros caminos.

Lo irreal y lo real se mezclan, haciendo una gran masa, difícil de separar por las manos del sabio y del loco. 

Seguí caminando buscando la vida, por esos caminos de Dios, de aquí para allá, a tientas, sin saber a dónde dirigir mis pasos, buscando vivencias, sentimientos perdidos, emociones...; caminaba ilusionado porque me sentía vivo, tratando de desenmarañar el misterio de la existencia; buscando maestros ocultos, escondidos vigilantes de nuestros pensamientos, guías de nuestros complicados caminos, apartados de la bruma cotidiana.
Soñaba con el amanecer de mis sueños, con el despertar de mis ilusiones, con la realidad oculta detrás de todas las cosas; deseaba encontrar esa realidad a toda costa, sabiendo que tendría que cruzar los senderos de la locura, el desierto de la soledad, el túnel del dolor.

“Acuéstate sobre el amor,
deja que él te lleve y no hagas nada,
súbete sobre sus lomos
y verás aparecer flores a su paso,
verás creados firmamentos tras su estela,
acuéstate y no hagas nada,
y descansarás plácidamente,
sonriendo de paz y armonía;
ten fuerza, olvídate de ti y que el actúe".

Esta voz venía imperiosa a mis oídos desde los confines de la creación, venía armada de poder para demostrarme que era cierto; nada tenía que decir ante esto, pues las palabras eran obras, y me sentía débil, solo por tiempos lo conseguía, alegrándome como un niño cuando da sus primeros pasos. Pero rápido me caía en el mundo de las sombras, mis cadenas tiraban hacia abajo, y yo luchaba intentando romperlas, pero inútilmente, pues eran fuertes aparentemente; solo la fuerza de la fe, y de la entrega total, sin miedo a lo que viniere, las rompían; y cuando esto ocurría, me sentía libre, ligero para volar donde el viento me llevara, para mostrarme lo nuevo a mis ojos.
Las cosas se transformaban por sí mismas al paso del amor; lo oscuro se volvía claro, lo pesado ligero, y yo sonreía mientras el amor me acariciaba y se complacía en mostrarme las maravillas de su reino. 

Por los jardines del reino bendecido paseaba, cuando vi al poeta entonando cánticos a la noche:
“Noche perfumada con fragancia de plenitud,
creadora de sueños de pacifica libertad,
sin límites ni fronteras que no se derrumben 
al paso del amor, que se abre y extiende
hasta los confines del universo,
vibrando como música celeste,
dulce a todos los oídos...
Mágica noche,
sencilla más que la sencillez,
que abriste mi corazón
para que se postrara ante el trono de la belleza,
que le hiciste volar por lo que es nuestro,
por lo que fue creado para nosotros,
qué pena que no apreciemos lo que tenemos,
pues todo es nuestro“.
Me acerqué y le saludé, y vi multitud de pájaros escucharle, mientras les decía:
“En la unión con la vida, la vida me entrega a todos, porque a todos pertenezco como a todos pertenece ella. 
No tengo nada que ofreceros pues todo es vuestro“. 
Me miró sonriendo y dijo:
“Allí, donde las estrellas brillan con vivos colores,
danzando al son de la música celeste,
donde la providencia juega con los pasos del destino,
donde los niños son maestros de la ciencia divina,
donde el tiempo se detiene para escucharnos,
donde los pájaros susurran al oído mensajes del creador/a,
donde las palabras se reflejan en el fondo del silencio,
donde el misterio es natural y lo natural misterio,
donde la paz descansa sobre el corazón de la vida...
Allí tenemos una cita, hermano“.
Y así fue como amé al poeta que todos llevamos dentro...

Creo en ti bella estrella,
que me alumbraste cuando la noche caía sobre mí,
que me enseñaste un extenso camino a seguir,
entre la multitud de mis dudas,
y me dijiste: “Ándalo si puedes“,
con voz desafiante.
Creo en ti hermosa estrella,
no dejes de brillar pues moriría...

Seguí caminando por mundos inexistentes, con mi locura a cuestas, hacia el corazón del monte santo, nadie a la vista, majestuosa la nada ante mí.

Llévame poderoso viento donde nadie me encuentre,
reúneme con los exiliados de la cordura,
con los pasajeros del tiempo,
fugitivos de la angustia opresora,
refugiados en los olorosos álamos,
invisibles para el ojo esclavo,
y apartados de un mundo
que nada tenía que ver con sus sueños.
Así era mi sentir cuando vi a aquel hombre de aura misteriosa a lo lejos, pero cuando me acerque ya no estaba, y grite:
"Caminante que pasas por el mundo sin apenas tocarlo,
como volando pasas,
silencioso y sonriente,
ignorado como si no existieras;
tú que enseñas sin ser visto,
que ayudas sin que nadie sepa quien ha sido,
y cuando alguien nota tu presencia,
y fija en ti su mirada,
desapareces como una estrella fugaz,
que apenas si la vemos.
El amor que está detrás de todas las cosas,
es el que guía tus pasos,
y son tan grandes tus huellas,
que no se ven si no miramos desde arriba,
desde muy arriba hay que mirar
para verlas con claridad".

Cuando terminé de hablar, un suave viento susurró a mis oídos, palabras incomprensibles sobre ese hombre, y me fui diciendo:
“Se fue,
todos vieron cómo se iba,
se marchó y nadie supo a donde,
nadie le volvió a ver,
¿Qué estrella le guiaría?
¿Qué rayo misterioso tocaría su frente ?
¿Qué fuerza oculta le apartaría de los hombres?
Se fue y no le volvieron a ver.

Algunos dicen que vieron su fantasma
vagando por las calles,
otros que camina por las montañas,
o que se había refugiado para adorar a Dios,
otros decían que en el desierto tenía su morada.
Pero tú, espíritu del profeta,
sabes dónde está,
y también sabes que vaga por las calles,
camina por las montañas,
adora a Dios y mora en el desierto".

Muchas cosas ocurrieron caminando por el tiempo,
pero pasó... Pasó todo... Silencio... Solo silencio...

Mundo que te muestras tras las puertas de la soledad profunda, 
grandiosas dimensiones que sonríen con el no-ser, siendo, 
con la sonrisa amplia y complaciente del no-saber, sabiendo;
inmensos caminos, limitados por las pequeñas fronteras que los siglos han hecho grandes, tras la sombra de la ignorancia del espíritu, de la debilidad del alma.
Crepúsculo de la experiencia, poderío de la gran calma,
la mente no te comprende, porque la mente es limitada e inquieta.
Poderoso vendaval que levantas el espíritu a regiones insospechadas, inspirador de poetas, iluminador de santos, tu eres el padre-madre de la vida.

“Vida” ¡Que bella palabra!
pero no vida, así, a secas, sino “Vida", 
sintiendo como corre por todo nuestro ser,
viendo cómo se desliza como el agua pura entre las rocas,
haciendo música celestial.
¡Majestuosa! en su sencillez y naturalidad.
“Vida”, en la paz de una puesta de sol,
vista desde lo más profundo y sencillo de tu alma.
“Vida”, en el volar del espíritu a las maravillas del amor puro, sin intereses, 
vacío de todo, pero lleno de sí mismo.
“Vida”, que vas más allá de la muerte y la arrasas, convirtiéndola en ti misma.

Te encontraron los que vencieron las pruebas que tú les pusiste y se gozaron de ti, les diste descanso, les diste Paz.



martes, 22 de mayo de 2018

En ocasiones…




A veces soy poeta rabioso y agresivo
que muerde con palabras y araña con poemas.
A veces la injusticia me rompe los esquemas
y sube en mis adentros un furor corrosivo.

A veces soy poeta de discurso explosivo,
que arrasa los prejuicios y los falsos teoremas
con minas paradójicas y bombas de dilemas.
A veces soy poeta con un tono incisivo...

A veces tiro piedras al ego vanidoso,
y, con el tirachinas, le lanzo realidades
al discurso ignorante o al dicho mentiroso;
quedando lastimados con las duras verdades.

A veces doy patadas de oscura poesía,
a veces yo desgarro mi propia hipocresía...