Aunque duela tu presencia
muchas veces, iluminas
oscuras, negras inquinas,
renovando la conciencia.
Eres la sublime esencia
redentora del nirvana;
el agua fresca que mana,
saciando la sed del ser;
la fortuna a proteger,
oro y plata, gema humana.
Medicina que nos sana,
elixir que hay que beber,
jalea del renacer,
olor sagrado que hermana,
remedio que hay que extender.
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