El sentimiento poético

Sutil es el sentir de la poesía,

como aroma que inhalas, y su fragancia

te embriaga con la esencia; pura sustancia

que alimenta al espíritu, cual la ambrosía

que alimenta a los dioses día tras día,

y llena el corazón con su abundancia.

Ingrávida, sin peso, la exuberancia

poética te eleva con armonía

y ligereza etéreas; hace que toques

con tu ser la entidad íntima y pura

de aquello que en tu mente mires o evoques.

Es mágica pasión, cuerda locura,

y, al ver la vida desde nuevos enfoques,

le da a la realidad otra lectura.

Debates (también de vates)

Debatir, casi siempre, es positivo;

mirar desde distintas posiciones,

suele ser conveniente, constructivo;

mas, cuando no se escuchan las razones,

de batir asperezas, sin motivo,

podrían removerse confusiones

y hacer que así, el litigio, sea nocivo;

mejor es retirarse, en ocasiones.

Abrirse a diferentes opiniones,

siendo comprensivo, sin ego altivo,

pudiera atemperar las discusiones

y hacer que sea un debate creativo.

Es bueno, si hay alguna discrepancia,

tratarla con cultura y tolerancia;

y si a ningún acuerdo se llegó,

al menos la palabra lo intentó.

Seguidillas del veterano

Una esbelta figura

se ve en el monte,

es orgullosa y mira

el horizonte.

Allá distante

está el enorme cuerpo,

¡tan desafiante!

Parece no moverse

pero da miedo,

lo veo en todas partes

al toro viejo.

Él es famoso,

lo conoce t´o el mundo,

él es "El Toro".

Lo vi en Andalucía,

lo vi en la Rioja,

lo he visto en toda España

sobre una roca.

Él no envejece,

y en Estados Unidos

también lo quieren.

Está por toda Iberia

como estandarte,

su estampa es conocida

en todas partes.

Que no te asombre

si, al viajar, ves de lejos

al toro "Osborne".

Mi nick es el poeta y artesano

Yo creo artesanía muy poética

y escribo poesía artesanal,

con las manos de mi alma liberal,

buscando sin cesar la bella estética.

En mi oficio utilizo la aritmética

y una materia prima natural,

más paciencia que un santo paternal

tiene mi profesión polifacética.

Entretejo poemas cual tapices

buscando los secretos del arcano,

y pulo con lirismo los matices.

Escribo repujando con mi mano

poemas en la piel y las raíces,

mi "nick" es el poeta y artesano. 

Coplas a la muerte de mi padre (Coplas Manriqueñas)

En el huerto trabajando,

al filo del mediodía,

fue el instante,

siempre inesperado, cuando

te llamó la Parca fría,

apremiante;

fuiste detrás de su voz,

dejando surcos y huellas

en el suelo.

Surcaste el cielo, veloz,

más allá de las estrellas,

con tu vuelo.

Te marchaste de repente,

sin despedirte del mundo,

padre mío;

te alejaste, simplemente,

y cruzaste lo profundo

del gran río.

Ahora el arado llora

lágrimas de tierra y paja,

gotas secas...,

y la azada labradora

va versando, cabizbaja,

letras huecas.

Lenguaje de piedra

Las montañas me cuentan con lenguaje de piedra

su historia escondida en grutas y cavernas,

en peñascos y grietas donde crece la yedra,

en picos desolados, en sus cumbres eternas…

Antenas de la tierra transmitiendo constantes

mensajes a los astros, a mundos escondidos;

comunican secretos a lugares distantes,

donde están los deseos que guardan en sus nidos,

construidos con sueños, las estrellas errantes.

Pequeños goces

Me lo paso pipa escribiendo cosas,

jugar con palabras es muy divertido;

ordenar conceptos es entretenido,

y expresar ideas en poemas o prosas.

Me chifla la música, sus notas hermosas;

con la melodía disfruta mi oído,

me crea emociones, me quita el sentido…;

disfruto escuchando canciones sabrosas.

No se necesitan muchas posesiones

para ser feliz, si se saborea

cada íntimo instante, si hay motivaciones:

la puesta de sol pintando la aldea,

la magia que encierran las cuatro estaciones,

el abrazo amigo cuando te rodea...

Ser de paz y de luz

Tus pisadas no son huellas

sino estelas luminosas,

y el polvo que hay en tu senda

son partículas de estrellas

conformando nebulosas,

que ascienden como luciérnagas.

El camino tras tus pasos,

se convierte en Vía Láctea;

 la suela de tus zapatos,

con cometas libres baila;

el universo te alaba

al alejarte despacio...

Vuelan cometas

El sol con resplandor constante

se escabulle entre nubes ralas,

alejando las sombras malas

con sus rayos de luz amante.

Libélulas, añil brillante,

dotadas de doradas alas,

portando sus mejores galas,

coquetean con el instante.

Mariposas de seda rosa,

pintadas con sabor de sueños,

junto a pajarillos  pequeños,

vuelan con actitud curiosa.

¡Sobrevuela el amor, cometa!

¡Sea la libertad tu meta!

Embebido de verso (Homenajeando a Juan de la Cruz)

Me adentré por mi universo

con un talante veraz

y, en un instante fugaz,

me vi embebido de verso.

Degustando del buen vino

de mi más íntima esencia,

me embriague con su presencia,

alegrándome el camino;

 en esa ebriedad inmerso,

de pronto me sentí audaz

y, en un subidón fugaz,

me vi embebido de verso.

Continué el viaje interior

por senderos de colores,

recogiendo de las flores

florecidas del amor

que afloraba en mi universo,

queriendo vivir en paz;

y, en esta vida fugaz,

me vi embebido de verso.

Camino

 Camino tras las huellas de los hados

impenetrables, tras las voces mudas 

que proclaman retóricas desnudas

de palabras y versos maquillados.

Me voy tras mis silencios más amados,

donde habitan los ecos de los Budas,

muy lejos de los miedos y las dudas

vacías de escenario y decorados.

Camino, corro, vuelo hacia la nada

repleta de optimismo, renovando

cada paso en la senda mientras ando,

cada vereda siempre improvisada.

Camino descubriendo mi destino,

camino por el  centro del camino.

En la noche silente…

En la noche silente, cuando el mundo

duerme, cuando titilan las estrellas

con brillos de colores, cual centellas

palpitantes, me siento, en un segundo,

inmerso en el misterio y, vagabundo

con mis sueños, siguiendo voy sus huellas;

embriagado de tantas cosas bellas,

me invade un sentimiento muy profundo

de ínfima inmensidad unificada,

de ser parte consciente de esa vida,

de ser parte del todo y de la nada.

La luna pareciera estar dormida;

meciéndose en su cuna plateada,

se refleja en el mar, en paz sumida.