En la noche silente, cuando el mundo
duerme, cuando titilan las estrellas
con brillos de colores, cual centellas
palpitantes, me siento, en un segundo,
inmerso en el misterio y, vagabundo
con mis sueños, siguiendo voy sus huellas;
embriagado de tantas cosas bellas,
me invade un sentimiento muy profundo
de ínfima inmensidad unificada,
de ser parte consciente de esa vida,
de ser parte del todo y de la nada.
La luna pareciera estar dormida;
meciéndose en su cuna plateada,
se refleja en el mar, en paz sumida.
2 comentarios:
Que hora más hermosa esas donde la Luna duerme en su cuna plateada.
Precios este poema, huela a serenidad, a paz.
Feliz día Carlos
Gracias, Carmen. No había visto tu comentario. Sí, es una hora hermosa, todo vivo y en calma. Feliz semana!!
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