Mujer, me siento en la cama
igual que en el agua el pez,
nadando en la ingravidez
mientras tu voz me reclama.
Yo siento cariño y llama,
en estado de embriaguez,
y, con cálida fluidez,
en ti mi amor se derrama.
Arden las húmedas pieles
sobre sábanas de fuego;
y, destilando aguamieles,
se eleva el vapor del juego
a los más altos niveles
mientras tu cuerpo navego.
2 comentarios:
Que bello Carlos, como pez en el agua, navegas sobre su piel...
Feliz jueves.
Un abrazo
Gracias, Carmen.
Un pez tropical, pues el agua está calentita por el fuego del juego. (: (:
Feliz jueves.
Un abrazo
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