En el atrio del templo

Curioso…, con mi fuego, te haces agua; tu cuerpo se licúa si me enciendo y  su humedad, por la pasión fluyendo, aviva los deseo...

Es mi Carmen poeta malagueña que pinta los poemas con vestidos de cola con lunares, con latidos que llevan en la sangre fu...

Mi infancia son recuerdos * , con cariño mezclados, de un entrañable hogar, de mis padres y abuelos; recuerdos familiares y recu...

El correr del agua, el correr del agua, deja en mis oídos su dulce balada. El correr del agua, el correr del agua, me in...

Corren vientos propicios por los cielos  de Wall Street, comercian con la paz, comercian con la guerra; es eficaz est...

No diré que me encanta escribir versos; tan solo que, aun sabiendo que debiera estar en otras cosas, mi ligera pluma se engaña s...

Nací un día de julio, fue un domingo Igual a otro cualquiera, de un verano tan caluroso como suelen ser todos en esta tórrida ...

Vivimos en la era de la imagen, valorando el fulgor de la apariencia; seducidos por brillos e ilusiones, nos vamos tras lo van...

Mujer, me siento en la cama igual que en el agua el pez, nadando en la ingravidez mientras tu voz me reclama. Yo siento ca...

Llegó así, sin ton ni son, a tu mundo de corales un pez con virtudes tales que tocó tu corazón; y no perdiendo ocasión, ...

Voy agarrado a un tronco, a la deriva,  donde me quieras llevar corriente del destino. No es un tronco cualquiera, me lo...

Amo a cinco mujeres, ¡que fortuna! Una anda los caminos a mi vera,  siendo en cada momento compañera. Hay otra que se insp...