Llegó así, sin ton ni son,
a tu mundo de corales
un pez con virtudes tales
que tocó tu corazón;
y no perdiendo ocasión,
con piruetas especiales
y aleteos naturales,
te despertó la ilusión.
Ahora, sirenita bella,
pintas sueños de colores,
dejando en el mar tu huella;
transformas algas en flores,
por la virtud de tu estrella,
con tus dedos creadores.
Tus dedos si que son creadores poeta, muy bello este poema.
ResponderEliminarFeliz semana Carlos.
Un abrazo
Gracias, Carmen.
ResponderEliminarFeliz semana.
Un abrazo, poeta.