Recorre con tus labios los caminos
de mi cuerpo, despacio, suavemente,
que el tiempo se congele en el presente
rendido a tus instintos femeninos.
Libera tus maullidos, ¡tan felinos!,
que arañen las lujurias de mi mente,
provócame despacio, dulcemente,
pasiones y placer en remolinos.
La noche resplandece en los tejados
y enciende con su llama el frenesí
de los deseos locos del amor .
Paladea los néctares vedados,
regálame tu boca carmesí;
yo libo el alhelí, tu bella flor.
Borracho de tu olor,
explotan en mis centros los orgasmos
en medio de narcóticos espasmos.
Hola Carlos, hermoso recorrido el de este poema, no hay nada más apasionado que ese beso carmesí.
ResponderEliminarNo salgo de mi blog Carlos, estoy en facebook y la verdad que entro poco, prefiero estar en mi blog.
Gracias de corazón.
Un abrazo
Hola, Carmen.
ResponderEliminarYo aunque a ratos, ando más por facebook, pero a veces me paso por el blog.
Gracias a ti.
Un abrazo.