Se esfuman las pisadas entre brumas
y elocuentes silencios reflejados
en las aguas del tiempo, que discurre
llevando la memoria diluida
en su esencia más íntima y veraz.
Camina, “paso a paso, verso a verso”,
por la senda del sol, hacia el crepúsculo;
sus huellas y su sombra, que atrás quedan,
se pierden devorando las distancias.
Camina y el vacío que transporta
permite que se llene de emociones,
flotando más ligero en el instante.
Cobrizos son los cantos del camino…;
doradas, las partículas de polvo…
Suena a viaje espiritual hacia la luz,hacia la verdad,hacia el todo...Tal vez los viajes interiores sean los más ricos y gratificantes.
ResponderEliminarAbrazo
Eso mismo, Joaquín, lo has captado bien... Gracias.
ResponderEliminarUn abrazo
Me gusta mucho tu blog Mucho!
ResponderEliminarGracias, Recomenzar.
ResponderEliminarUn saludo